El santuario de Nosa Señora das Virtudes, situado en la parroquia ribadense de Arante, será objeto de una importante obra de mejora, gracias a la intervención de la Xunta de Galicia, que, a través de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade aportará 183.000 euros a varias actuaciones de recuperación de diferentes elementos del templo.

Se trata de un templo de los siglos XVI y XVII, que tiene la consideración de Ben Catalogado Inventariado, con el grado de protección II.

Además, esta iglesia de estilo renacentista contiene elementos únicos en Galicia, como son las pinturas murales de temática marinera, que datan del siglo XVI.

En la actualidad, la iglesia presenta una serie de patologías ocasionadas por humedades que afectan tanto al exterior como al interior, y también a las pinturas murales.

Por este motivo, una de las principales actuaciones que contempla este proyecto de recuperación es el picado y posterior revestimiento con pintura al silicato para corregir los problemas de humedades en el exterior.

También se prevé la retirada de la escalera adosada al paramento sur del templo, ya que está provocando una fuerte entrada de agua al interior del muro.

Los problemas de humedades también afectan al interior, de ahí que esté prevista la retirada de los revestimientos para favorecer la ventilación de los paramentos.

Para solucionar la entrada de agua por la cubierta, se sustituirá la loseta existente y se colocarán canalones.

Finalmente, se renovará el sistema de iluminación con tecnología led que mejore la iluminación ornamental de las pinturas.

Escenario de una fiesta de interés turístico

Además del valor cultural que tiene el santuario de Nosa Señora das Virtudes, este templo destaca igualmente por su importancia histórica, recordando un hecho de relevancia con la celebración de la Romaxe das Cruces.

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Así, cada año el barrio de A Ponte celebra una nueva edición de esta fiesta declarada de interés turístico de Galicia para conmemorar la victoria sobre las tropas napoleónicas de los vecinos y vecinas de siete parroquias de Ribadeo y Trabada: Arante, Ove, Cedofeita, Covelas, Vidal, Balboa y Sante.

El momento más vistoso de esta celebración es el bandeo de los pendones, un ritual que requiere de gran destreza, fuerza y precisión para que, yendo paralelo al suelo, no llegue a tocarlo.