Vecinos de Aldea Nosa de Rosende: una fiesta que une y proyecta futuro

En la pequeña Aldea Nosa de Rosende, un núcleo de casas poco conocido incluso por muchos lucenses, la pandemia sirvió como impulso para institucionalizar una celebración vecinal que va a durar tres días desde hoy viernes. La convivencia y el buen ambiente son la base de esta fiesta que reúne a todo el vecindario para compartir momentos especiales.

La unión como motor de la aldea

Javi, conocido como el “presidente” de Aldea Nosa de Rosende, aunque allí nadie es más ni menos, destaca que el objetivo principal es estar siempre juntos para resolver cualquier asunto vecinal y fomentar ese buen rollo. Cada año, esta convivencia culmina en una fiesta con carpa, comida, bebida y música, que reúne a amigos y familiares en un ambiente familiar y cercano.

Un espacio para todos

Las bancadas y mesas instaladas tienen capacidad para unas 70 personas. Aunque no se hace un llamado abierto para que todo Lugo acuda, cualquier amigo o conocido de algún vecino es bienvenido. De fondo, otro vecino, Chema González, comenta: “Esto es una fiesta privada, pero todos deben contribuir”, es decir, que al sufragar lo que se consume, la convivencia se mantiene en paz. Estas familias son de mente abierta y manos generosas, siempre dispuestas a apoyarse mutuamente y a unirse en futuros proyectos. 

Proyectos para el futuro: la piscina

El núcleo duro de esta asociación vecinal está trabajando para cumplir uno de sus sueños: construir una piscina comunitaria. Actualmente, están evaluando terrenos en la zona; uno de ellos está descartado por su alto precio, pero se esperan nuevas oportunidades pronto. Este proyecto refleja el compromiso de estos vecinos, que viven entre la ciudad y el campo, por mejorar su calidad de vida y fortalecer la comunidad.