La cosecha en el territorio amparado por la denominación de origen Ribeira Sacra se acercará este año a los siete millones de kilos de uvas, según las estimaciones del consejo regulador, lo que supondría un incremento de casi un millón de kilos con respecto al fruto recogido en la pasada vendimia.

El presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, confirmó que las bodegas “necesitan un millón de kilos más de uva” para “cubrir sus necesidades”, porque “la denominación de origen está creciendo”.

“Creo que en esta cosecha se puede llegar a esa cifra. Rondaremos los siete millones de kilos si no sucede ninguna desgracia con el tiempo”, dijo Rodríguez, quien recordó que, al menos de momento, “la climatología ha sido favorable” para las cepas y para el desarrollo del fruto.

“Todavía es pronto para decirlo, pero esperamos una cosecha de buena calidad y abundante”, explicó.

Los controles de maduración en el territorio amparado por la denominación de origen comenzarán “a mediados de agosto”, porque el buen tiempo ha favorecido “que la cosecha vaya un poco más adelantada” en maduración de lo que es habitual.

Rodríguez también precisó que las ventas “van muy bien”, de modo que ya no quedará vino sin vender en las bodegas cuando entre la nueva cosecha.