El Ayuntamiento de Castro de Rei les ha recomendado a los vecinos de catorce parroquias del municipio que no consuman agua procedente de la traída municipal, como consecuencia de la elevada concentración de arsénico detectada en las analíticas que, de forma semanal, realiza la administración local en varios puntos de la red de suministro.
Esta situación, que afecta más o menos a la mitad de la población de este municipio lucense, “es habitual al final del verano”, dijo el alcalde de la localidad, Francisco Balado, porque el manantial en el que se realiza la captación pasa por una veta de arsénico y el agua, en esta época del año, “sale totalmente pura, sin filtraciones provocadas por las lluvias”.
Aunque hace años se permitía una concentración de hasta 0,50 miligramos de arsénico por litro de agua, ahora la Unión Europea recomienda que no supere los 0,10 miligramos si está destinada al consumo humano y, en la última analítica, se detectó una concentración ligeramente superior, concretamente de 0,12 y 0,13, explicó el alcalde.
Por ello, la Consellería de Sanidade ha recomendado que se restringa la utilización del agua a usos domésticos no relacionados con el consumo.
Revisión de los filtros
Ahora, el Ayuntamiento revisará los equipos de filtrado de la red municipal de suministro, además de cambiar la arena de los filtros de la ETAP, dos medidas con las que el gobierno local confía que esa concentración baje y se permita de nuevo el consumo de agua de la traída.