El fuerte viento que sopló durante la tarde de ayer -con rachas que llegaron a alcanzar los 150 kilómetros por hora en el municipio de A Pontenova-, unido a las elevadas temperaturas crearon las condiciones perfectas para la primera oleada de incendios en Lugo en este 2023, con cuatro fuegos en diferentes lugares de la provincia, el más grave entre los municipios de Baleira, A Fonsagrada y Ribeira de Piquín.

De hecho, ese incendio, que ha calcinado ya más de 1.100 hectáreas en la Montaña lucense, desde que el martes por la tarde -sobre las cinco- comenzó en la parroquia de Cubilledo, provocó momentos de tensión por su proximidad a varios núcleos habitados y por la imposibilidad de emplear en las labores de extinción medios aéreos, a causa de las fuertes rachas de viento.

La Xunta de Galicia llegó a decretar la Situación 2 de alerta por la proximidad del frente al núcleo de Fórneas y fueron desalojadas por precaución al menos cuatro aldeas, aunque algunos vecinos ya pudieron regresar ayer por la noche a sus domicilios, sin que hubiese que lamentar daños en las casas.

VIVEIRO, TABOADA Y ALFOZ

Al incendio de la Montaña se sumaron ayer otros tres fuegos en otros tantos municipios de la provincia de Lugo. Medios de extinción de la Xunta de Galicia trabajan desde primera hora de la tarde de ayer para sofocar un fuego que permanece estabilizado en la parroquia de Vieiro, en el municipio de Viveiro, en A Mariña lucense.

El fuego afectó a unas 80 hectáreas y, aunque el incendio llegó a estar relativamente cerca de algunas casas e incluso dos personas personas mayores fueron desalojadas de sus viviendas por precaución, fuentes de la Consellería indicaron que las llamas no llegaron a suponer riesgo para ningún núcleo de población.

Eso sí, el fuerte viento que soplaba ayer por la tarde impidió actuar a los medios aéreos y desplazó el humo hacia la propia localidad de Viveiro.

Por otra parte, Medio Rural informó de la existencia de otros dos incendios forestales, uno estabilizado en el municipio de Taboada, en la parroquia de Xián, donde ardieron 8 hectáreas, y otro en Alfoz, en Lagoa, que permanece activo y ha quemado ya 90 hectáreas.

En ambos casos, según las primeras estimaciones, el fuego quemó unas 20 hectáreas.

Ante esta situación, lka Xunta de Galicia prohibío ayer con efecto inmediato las quemas de restos agrícolas y forestales por parte de particulares.