Las siete ciudades realizan la Ofrenda del Antigo Reino de Galicia al Santísimo en la catedral de Lugo

Las siete antiguas capitales cumplieron ayer con su cita anual en la Catedral de Lugo en la ceremonia de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento, que se viene celebrando desde 1669, cuando el Cabildo Catedralicio pidió ayuda a las ciudades para mantener la iluminación de la Sagrada Forma en el Altar Mayor las 24 horas de los 465 días del año.

Este año le correspondía a la ciudad de A Coruña la presentación de esta Ofrenda, mientras que la recepción de la misma corrió a cargo del obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco Rouco, al estar el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, de viaje en Roma, para tener audiencia con el Papa Francisco.

Respuesta a la Ofrenda

En la respuesta a la Ofrenda, el obispo de Lugo comenzó manifestando su agradecimiento al oferente por la presentación de la ofrenda “

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También quiso recordar que “el pueblo de Galicia quiso guardar lo bueno en su corazón, tener la eucaristía siempre delante de los ojos. Se propuso alimentarse de este otro pan de vida, que la propia humanidad fuera movida por otros afectos, capaz de otras virtudes, fuera buena y generosa”.

“En este tiempo de crisis pudimos ver en muchos ejemplos la grandeza de quien se sabe sacrificar, de quien ama, de quien entrega tiempo y hasta la salud -pagada con el propio cuerpo. Y pudimos recordar que esto siempre fue así, que estas fueron las grandezas verdaderas que hicieron dignas nuestras casas y ciudades, que iluminaron la vida de nuestras familias, y que deseamos poder experimentar de nuevo con todos los que queremos de verdad”, afirmó el obispo de Lugo.