Suso Gestal: "me pidieron hasta gaitas fluorescentes de impresión 3D"

Punteiros de madera y punteiros multicolores de impresión 3D
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Encontramos a Suso Gestal en su taller probando un flautín que acaba de restaurar: un instrumento de madera de 1936 que llegó desde Vigo buscando unas manos que lo pusiesen de nuevo a punto. Con tareas como esta arrancaba este joven luthier de Frades en 2015, junto a la fabricación artesanal de gaitas, flautas, chirimías, zanfonas...
Empezó su formación en la Escuela de Artes y Oficions de Vigo: "no sé cómo se me dio por ahí, no hay músicos, ni carpinteros en la familia, nada romántico", asegura entre risas. Sí que tocaba la gaita desde chaval, "pero tampoco todos los días".

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Su trabajo dio un giro desde 2019: ese año compró la primera impresora 3D, con la intención de "hacer prototipos". Reconoce que tenía en la cabeza "axiomas como que el plástico no suena tan bien como la madera", así que no pensaba en fabricación aditiva para el uso final pero "un día se me dio por imprimir un punteiro y resultó que no sonaba tan mal". Fue mejorando y asegura que ahora está "encantado"

La clave según Suso está en la formación: "aprender lleva mucho tiempo... igual si tuviese 60 años no me ponía ahora con estas historias, porque visto desde fuera parece fácil, pero no lo es, puedes comprar las máquinas y luego llevarte un chasco".
A él le ha ido de maravilla y la prueba es que las impresoras digitales han ido ganando cada vez más espacio en su obradoiro: no queda otra, teniendo en cuenta que lo que más salida tienen en estos momentos son los instrumentos de fabricación aditiva. Asegura que le cuesta llevar la cuenta, pero de unas diez gaitas que puede entregar de media a la semana, la mayoría son de diseño digital.
ES TODO PSICOLÓGICO, DOS INSTRUMENTOS DE VIENTO DE LAS MISMAS DIMENSIONES SUENAN IGUAL
Suso cuenta que hay estudios realizados sobre todo en América, "catas a ciegas" de instrumentos, y no es posible diferenciar entre un instrumento elaborado en madera y otro de impresión 3D. "Nuestro oído nos dice que no hay diferencia, pero nuestro ojo dice que sí, es más la parte psicológica", asegura.
Esto en los instrumentos de viento: la cosa cambia en otros como la zanfona, donde sí que se nota cuando escuchamos una pieza de madera y otra de plástico. Sin embargo, también tienen buena acogida, sobre todo entre principiantes que se resisten a hacer una inversión inicial de varios miles de euros, frente a una zanfona de impresión 3D que puede salir en unos 450. En el caso de la gaita, la el ahorro es también considerable: de unos 1.200 que cuesta la artesanal, a 400 de la de fabricación aditiva.

LA GENTE VE ESTAS COSAS Y SE LE LLENA LA CABEZA DE "ARTISTADAS"
Nos cuenta que lo que más le motiva es la parte acústica de su trabajo, pero tiene claro que con las nuevas tecnologías se abre todo un mundo de posibilidades para las mentes creativas: "gaitas para ir de Entroido, para ir a cualquier tipo de manifestaciones con instrumentos que llamen la atención", incluso le llegaron a pedir una fluorescente: "queda llamativo... son cosas así... extrañas", explica de nuevo entre risas.
El mantenimiento que necesitan estos instrumentos "de nueva generación" tampoco es muy diferente al de los tradicionales: eso sí, hay que tener precaución y no exponerlos a temperaturas muy elevadas porque el termoplástico se reblandece entorno a los 60 grados, y enseña un ronco completamente doblado... víctima de una tarde de romería en Ourense: dejaron la gaita dentro de un coche y a 40 grados al sol.
Suso aseguraba al principio que no hay nada “romántico” en su llegada al mundo de la fabricación de instrumentos: sin embargo, añade también que espera jubilarse entre punteiros, tornos, buriles... y ahora también, impresoras digitales.