Romper un cristal blindado no tiene que ser fácil. Pero es lo que han conseguido los cacos que en la madrugada del lunes al martes reventaron el escaparate de una joyería en la zona de San Martín Pinario, en pleno casco histórico de Santiago.

¿Cómo es que nadie se enteró? El estruendo debió ser importante porque para reventar esa cristalera tuvieron que emplear la fuerza y un objeto contundente. La respuesta a esa pregunta la encontramos en la poca población que reside en la zona monumental.

Los ladrones lograron llevarse objetos de valor, varias piezas que estaban de exposición en el escaparate de la Joyería Regueira. En el local, horas después del suceso, estaban con la realización del inventario, valorando el importe del botín y haciendo recuento de daños para dar parte al seguro.

Según consta a la Policía Nacional sucedió cerca de las seis de esta madrugada. Se investiga como un robo con fuerza y los agentes están pendientes de tomar declaración al perjudicado. La Policía Científica ha estado tomando muestras en el establecimiento.

El propietario, Camilo Regueira, lamenta que las cámaras de la zona histórica no estén operativas… Y es que hay una en San Miguel dos Agros instalada, pero que no funciona, así que vale solo de adorno.

Los comerciantes del barrio dicen que normalmente es una zona tranquila, pero… pasan cosas. Montse es responsable de una pensión en la zona: “A mí me entraron a robar dos veces el bolso, una televisión y esta semana un sombrillón de la terraza, estaba nuevo, sin estrenar. La zona es tranquila, pero ya no tanto…”

La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, insiste en que la ciudad es segura, aunque a nadie se le escapa que la plantilla de la Policía Local está muy mermada y hacen falta más efectivos. Sobre las cámaras de vigilancia de la calle asegura que está pendiente de la información que le trasladen sobre por qué no estaban en funcionamiento.

Es verdad que el cambio de luminarias no ayuda en la sensación de seguridad en Santiago. Más bien todo lo contrario, allá donde se cambian los puntos de luz por luces led, los vecinos se quejan de que tienen que poner la linterna del móvil para ver por dónde pasan… La regidora compostelana asegura que se están revisando todos los puntos de nuevo para mejorar la intensidad allá donde sea necesario.