Incredulidad y cautela podrían ser las dos palabras que mejor definan la reacción de parte del sector hostelero de Santiago y del Barbanza al conocer la nulidad de las medidas impuestas por la Xunta el pasado 22 de julio, según las cuales se tenían que pedir los certificados covid para acceder al interior de los locales de hostelería de los concellos que estuvieran en nivel alto.

La incredulidad es aún mayor teniendo en cuenta el recurso presentado ante el TSXG por varios hosteleros de la zona el pasado día 6, en contra de las citadas medidas y que aún fue presentado y explicado a la prensa esta misma semana.

La sorpresa llega, sobre todo, porque desde parte del sector no pueden dar crédito a la manera de actuar de la Xunta de Galicia, al comenzar a aplicar una medida que no estaba autorizada judicialmente. Además, otro punto que ha molestado especialmente es que a pesar de esta nulidad jurídica, los cuerpos del orden ya estaban trabajando conforme estan directrices dictadas desde el ejecutivo gallego.

Pese a todo, el sector prefiere mantener la cautela por lo vivido hasta la fecha, sobre todo teniendo en cuenta cómo ha ido el año, motivo por el cuál todavía no las tienen todas consigo después de tantas idas y venidas. Así lo ha manifestado el secretario del colectivo hostelero de Boiro-Rianxo, Quin Riveiro, que defiende que por el momento están acogiendo la noticia con 'incredulidad'.

El hostelero del Barbanza también ha querido aprovechar para comentar que desde el sector están "de acuerdo con que tiene que haber unas normas", pero matiza que estas deben "tener un sentido común y adaptarse a normas jurídicas superiores".

Así, los representantes del sector se muestran satisfechos al sentir que se hace justicia, al tiempo que se manifiestan por la manera en la que ésta tiene que llegar, después de duras semanas cumpliendo una medida que tildan de disparatada.

Para el responsable de A Nave de Vidán, Lois Lópes, esta noticia tiene un sabor "agridulce", afirmando que no da "crédito". Para el hostelero compostelano la parte dulce viene por eliminar esta medida, que calificaban de "perjudiciosa", mientras que la parte agria la atribuye a cómo ha llegado esta noticia y a todo lo que han tenido que soportar durante estas últimas semanas.

A pesar de todo, parece que parte del sector hostelero se muestra satisfecho, al menos por el momento, aunque advierten que piensan pedir explicaciones a la Xunta al tiempo que hacen una llamada al diálogo entre instituciones y negocios para que las próximas normas, si las hubiera, sean más justas para el sector.