David Rodríguez. Nos hemos quedado con su nombre a raíz de su importante intervención en los últimos días. Este agente estaba trabajando cuando recibió la alerta de que había un chico ensangrentado en los alrededores de la iglesia de Santa Susana. Se trataba del caso del menor de edad, un niño, al que le habían clavado un cuchillo en una pierna. El joven está bien, aunque estuvo ingresado y en principio con un pronóstico grave. Ya ha recibido el alta hospitalaria. Puede vivir para contarlo gracias al equipo sanitario que lo atendió y a la rapidez de este agente.

Compostela estaba de celebración en los días grandes de las fiestas picheleiras. En la Alameda varios ciudadanos alertaron de que un menor de edad estaba malherido. El agente David Rodríguez recibe el aviso y emprende la carrera, hay que recordar que el parque compostelano era un hervidero de gente y no podían subir con el vehículo policial en condiciones de seguridad por las personas congregadas allí.

Cuando llegan, se encuentra al joven herido perdiendo mucha sangre. El policía no se lo pensó, taponó la herida con sus manos y consiguió detener la hemorragia: "La gravedad la manifestaban ya las personas cercanas a esta persona, nos decían: ¡Ayuda, que se va! Había que localizar a la mayor brevedad la salida de esa sangre. Al levantar la pierna localizo en la parte trasera una salida de unos cuatro o cinco centímetros". Y decidió ejercer presión con su mano hasta que llegaron los equipos de emergencia: la ambulancia pudo acceder a este punto en pocos minutos "unos seis o siete". Durante ese tiempo el agente no dejó de taponar la herida.

Nos cuenta lo sucedido con humildad, dando a entender que es su trabajo. A pesar de no haber recibido formación específica en este ámbito, asegura que sí intenta actualizar sus conocimientos para mejorar la atención al ciudadano: "Hay que entender el servicio del grupo de atención al ciudadano al que pertenezco, suelen ser los primeros en llegar al lugar de los hechos, entonces toda la información que yo pueda recabar para estar lo más al día posible la intento utilizar para cuando tengo intervenciones de este estilo, intentar ayudar a los servicios sanitarios y facilitarles su trabajo, en la medida de lo posible".

David Rodríguez lleva 19 años de servicio en el cuerpo nacional de Policía. Él lo tuvo claro desde siempre, ese era su oficio soñado, por completa vocación. Este ourensano ha pasado por otros destinos antes de llegar a la capital gallega, ha servido en Elche y en Madrid de escolta hasta llegar a la ciudad del Apóstol.

En estos años nos cuenta que ha tenido otras intervenciones que le han impactado, pero la que más, no lo duda: la noche del accidente de Angrois: "Esa ha sido de las más trágicas y graves. Llegamos dos dotaciones en primera instancia e intentamos hacer lo que humanamente pudimos en las circunstancias tan extremas que se estaban dando".