Los hosteleros de la comarca del Barbanza (A Coruña) salen a la calle para reclamar un plan de rescate que haga frente a la situación dramática que padecen desde la entrada en vigor de las restricciones, de aforo y horarios primero y de apertura después, con el decreto de cierre total de actividad en vigor en toda Galicia desde el pasado 28 de enero. Y que se aplicará, por lo menos, hasta el 17 de este mes de febrero.

Una situación que es aún más dura en concellos como el de Boiro, donde ya hace dos meses se empezaron a aplicar las restricciones más severas para la hostelería tras registrarse un incremento de contagios que llegó a superar los 200 en dos semanas, aunque ahora ese número ha descendido de los 50. Lejos aún de poder hablar de una incidencia acumulada que haga albergar esperanzas, ya que sigue por encima de 250 casos por 100.000 habitantes.

De ahí que haya sido la plaza frente al Ayuntamiento boirense la escogida como escenario de una protesta a la que los hosteleros invitan a participar a todos aquellos profesionales y autónomos que se están viendo afectados, a los que se les anima a llevar "elementos visibles y sonoros" para elevar el volumen de una concentración fijada para las 19 h de este jueves, 4 de febrero.

Eso sí, se insta al cumplimiento obligatorio de todas las medidas de seguridad e higiene de todo aquel que acuda a una protesta que, por segunda vez, une a los hosteleros de Boiro y el Barbanza con los de la Asociación Hostelería Compostela, tras el primer acto reclamando un plan de rescate para el sector que se desarrolló ante la sede del Presidente de la Xunta en Monte Pío, en Santiago, hace ya unas semanas.

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