Era este pasado sábado cuando la Policía Local de Ribeira (A Coruña) acudía hasta un local de hostelería, supuestamente cerrado, en el que se estaba celebrando una fiesta con la asistencia de varias decenas de jóvenes. Personados en el lugar, los agentes comprobaron que en el interior del establecimiento se estaba produciendo una concentración no autorizada de personas, que ahora se limita a 4 no convivientes en espacios cerrados en toda la comunidad autónoma de Galicia.

Más, teniendo en cuenta que en esta localidad se aplica desde hace ya dos semanas el nivel alto de restricciones, lo que obliga a la hostelería a tener cerrado el interior de sus establecimientos y solo poder atender el 50 % del aforo de sus terrazas.

Según ha trascendido, se impusieron una veintena de sanciones a los asistentes que pudieron ser identificados, muchos de ellos menores de edad, ya que otro número indeterminado, se habla de una treintena, pudo escapar por el tejado del local, situado en la zona de marcha en el centro de la capital del Barbanza, lo que requirió de la presencia de varias patrullas de la Policía Nacional intentando localizar a los jóvenes a la fuga.

De ahí que saltaran todas las alarmas justo después de que se tuviera conocimiento de la celebración de esta fiesta ilegal y más, cuando trascendió que una de las dueñas del mismo era la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Ribeira, Ana Isabel Ruiz Reiriz, que ostenta, además, el cargo de tercer teniente de alcalde en el gobierno del popular Manuel Ruiz Rivas. Hasta este lunes.

DIMISIÓN TRAS DOS DÍAS DE SILENCIO

Y es que, a pesar de que ya el mismo sábado trascendía la noticia en varios medios de comunicación local, no ha sido hasta este lunes cuando la edil ha presentado su dimisión"por responsabilidad política porque nunca pensé que lo que iba a ser una pequeña fiesta de cuatro rapaces se iba a convertir en lo que se convirtió".

Una afirmación con la que reconoce que la fiesta se montó para celebrar el cumpleaños de su hijo, que ha calificado como "un grave error que pagaré toda mi voda", aunque no ha reconocido este extremo en su intervención en la que sí ha criticado a quienes han arremetido contra ella "sin ponerse en contacto conmigo", recordando las palabras de su padre cuando le decía que "quien se acuesta con niños, mojado se levanta" y dando las gracias a quienes le han apoyado durante todos estos días.

Ha pedido además perdón a los padres y madres de los asistentes a la fiesta, ya que los identificados se van a enfrentar a sanciones económicas que, en algún caso, podría llegar a los 3.000 euros, así como a la hostelería de la localidad que ha visto atónita el devenir de los acontecimientos.

Aunque horas antes de la dimisión, desde la Asociación de Empresarios de Ribeira se emitía un comunicado en el que lamentaban los hechos al considerarlos "de suma gravedad ya que pueden acarrear múltiples consecuencias desfavorables para la salud y la economía de Ribeira", criticando "la inoperancia de la patrulla policial antivocid montada para controlar fiestas y botellones" en un ayuntamiento que se encuentra en nivel alto y con una incidencia acumulada que ya está en 250 casos a 14 días, tras registrarse 63 contagios.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN Y APOYO DEL ALCALDE

A lo largo de todos estos días pasados, han sido varios los partidos políticos de la oposición de Ribeira los que han solicitado, bien la dimisión, o bien el cese temporal de las responsabilidades de Ana Ruiz al entender que, si bien había que esperar la informe policial, no era de recibo que alguien pudiera mantener esas responsabilidades políticas ante acusaciones tan graves que, de momento, nadie había desmentido. Y que se empiezan a confirmar ahora.

Aunque sí se han matizado, como ha hecho el alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas que arropaba a la edil dimitida en su comparecencia para destacar el trabajo realizado y ponerla como ejemplo "ya que lo que hoy haces no solo te dignifica a ti, sino a toda la clase política, por el sacrificio que haces por tus compañeros y por tu grupo", calificando de "escarnio" lo vivido por la hasta hoy teniente de alcalde de Ribeira, que ha recibido como despedida los aplausos del regidor y de todos los cocnejales del grupo municipal del Partido Popular.

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