Víctor Bellón es de Narón (A Coruña) y tiene 49 años. Lleva más de media vida como policía nacional, los últimos 24 años en la Unidad de Intervención Policial (UIP). Estuvo en el operativo policial tras los atentados del 11M y el accidente de Angrois. Pero lo peor lo acaba de vivir.

Hace unos meses, lo destinaron a Afganistán. Era su segunda misión en Kabul , donde ya había estado en 2018. Todo cambió cuando los talibán se hicieron con el poder. Entonces, junto con sus compañeros, ayudó a evacuar al personal español que estaba en ese país. "Era más función humanitaria, un poco de todo, ayudando a la gente que llegaba en muy malas condiciones físicas y de drama familiar", ha recordado ante la prensa.

FAMILIAS SEPARADAS

El agente llegó a temer por su vida, pero relata que lo más duro fue ver cómo se separaban las familias. Recuerda la imagen "que más quedó grabada" de ver a un niño llorar porque su madre tuvo que "elegir" entre sus hijos. "El hermano quedó con el padre, la madre tuvo que elegir entre salvar un niño o el otro", declaró.

A Víctor Bellón lo recibió hoy la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, para darle las gracias por su labor. El Sindicato Unificado de Policía reclama que se le otorgue una medalla al mérito policial.