La paradójica sanción que cierra uno de los bares más queridos de A Coruña: “Un callejón sin salida”
La Barbería de la Calle Orzán anuncia su cierre definitivo después de tres meses sin actividad

Crónica del cierre de la Barbería en A Coruña
Coruña - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Tras tres meses cerrados por una sanción por exceso de ruido, el Bar Barbería de la calle Orzán, en A Coruña, ha decidido no volver a abrir sus puertas. El proyecto, que mezclaba gastronomía, música en vivo y comunidad, dice adiós en un contexto marcado por un conflicto vecinal que ha resultado imposible de resolver.
Una sanción por exceso de ruido los mantuvo cerrados pero, después de tres meses sin actividad, tiran la toalla y renuncian a reabrir. Y es que el caso de este bar es un tanto particular: el dueño del bajo se mudó al mismo edificio el pasado verano y fue el que denunció las molestias. Y, al mismo tiempo, el que tenía la llave para poder autorizar las obras de insonorización que las solucionarían
“Nosotros no podíamos hacer nada. El denunciante era el propietario del local y la única solución que nos ofrecía Urbanismo pasaba por su permiso para hacer una obra vinculada a la estructura. Pero eso no iba a ocurrir. No tenía ninguna intención de permitirlo”, lamenta Xabi Barral, dueño del negocio.
Un bar con alma de hogar
La Barbería servía comidas, daba algún concierto y ofrecía música hasta cierta hora de la noche, algo que les hizo ganar el cariño de muchos y el reconocimiento de otros. Había aparecido en publicaciones como la guía Le Routard o tenía un Solete Repsol. Mientras recogía cajas y desmontaba lo que durante años fue un pequeño hogar para muchas personas, Xabi recordaba la esencia del local como una casa abierta, a veces casi familiar.

Calle Orzán, con la persiana de La Barbería en primer plano
“ Era un cóctel de lo que me había gustado de la hostelería en los últimos años”, relata. Uno de sus recuerdos favoritos habla de esa diversidad que tanto valoraba: “Un sábado había una mesa de chicas de la edad de mi hermana y, justo al lado, una pareja de la edad de mis padres que no se conocían entre ellos. Ver cómo compartían conversación en un mismo espacio me hizo sentir muy orgulloso”.
Pese a todo, reivindica que su desembarco ayudó a revitalizar esa zona del Orzán. Desde su llegada, fueron abriendo más negocios. “Creo que aportamos algo de luz a esta parte de la calle. Después de abrir, empezaron a aparecer más negocios. Me gusta pensar que fuimos un pequeño polo que atrajo algo de movimiento durante un tiempo”, afirma.
Sin planes claros, pero con certezas
Aunque su futuro inmediato es incierto, tiene claro que, de volver, no lo haría al mismo entorno. “No sé si volveremos, pero si lo hacemos será en un lugar más tranquilo. Tal y como se están poniendo las cosas en el centro, parece que quieren cargarse la noche en esta ciudad”. Ahora mismo, su mente está en “recoger, parar, pensar, pedir una prestación del paro por primera vez y pensar qué haré de mi vida en los próximos meses"
Ahora, Barral seguirá vinculado a la defensa del sector desde otro enfoque, como rostro visible de la Asociación para la Defensa e Igualdad de los Hosteleros de A Coruña. Aunque afirma tener “una posición clara de colaboración y convivencia”, lamenta la actitud de algunos vecinos: “No creo que el objetivo sea solo descansar. La sensación es que quieren cerrar todos los locales del centro. No hay voluntad de consenso”.
Una despedida pendiente
Por ahora, solo espera poder despedirse como se merece de este proyecto: “Queremos darle una despedida digna, aunque tenga que ser en otro local amigo”. La fiesta de despedida, evidentemente, no podrá ser en La Barbería, pero lo comunicarán en redes sociales
Los vecinos insisten: no quieren ruido nocturno
Hace unos días, los vecinos del Orzán volvían a mostrar su hartazgo ante el ruido del ocio nocturno. Publicaban en redes sociales una serie de vídeos de la madrugada del pasado jueves al viernes para denunciar el ruido de la gente en la calle consumiendo alcohol.
Vídeos e imágenes en los que se pueden ver a cientos de personas bebiendo en la calle. En la zona peatonal del Orzán, o una abarrotada calle Vista, donde nadie se queda dentro de los locales para beber su consumición.
El compromiso de acuerdo, ¿papel mojado?
La agrupación vecinal del Orzán ha vuelto a expresar su malestar. Entienden que toda buena voluntad del Ayuntamiento y los locales para conciliar diversión y descanso nocturno queda en papel mojado cuando todo sigue igual... o peor, según José Luis Méndez, presidente de la entidad vecinal.

Calle Socorro (zona del Orzán), A Coruña
La experiencia les dice que, conforme se acerque el verano, el ruido irá a más. Y el problema irá a más desde el punto y hora de que empiezan a abrir locales que plantean la bebida para llevar como principal vía de negocio-
Dejar la ordenanzas como estáN
No creen que el cambio de ordenanzas de ruidos, como piden algunos locales, sea necesario. Al contrario. Por eso, piden que el Ayuntamiento haga cumplir sus propias normas.
Después de Semana Santa, volverá a reunirse len A Coruña la mesa de negociación del ocio nocturno. Allí están representados vecinos, locales de hostelería y ayuntamiento en busca de una solución de consenso. Una de las cuestiones que se pide desde el tejido vecinal es que se revisen y amplíen las zonas de especial protección.