Laura, panadera de A Coruña, harta de los robos: "Los domingos no hay nadie, solamente yo estoy abierta y es un desfile de toxicómanos. Al estar sola me da miedo"
La joven asegura que lleva casi tres años regentando esta panadería y "nunca había tenido miedo; esto empezó hace tres o cuatro meses"
Coruña - Publicado el
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Su nombre invita al buen rollo, pero la situación que viven no es para nada de buen rollo. La panadería coruñesa 'Boas Migas', ubicada en la calle Ronda de Nelle, deja de abrir los domingos tras sufrir varios robos. Su propietaria, Laura Carou, asegura que la inseguridad en la zona durante ese día la obliga a priorizar su seguridad personal sobre las ventas, pese a que la decisión le supone cuantiosas pérdidas económicas.
"Fue una sucesión de circunstancias, en realidad. Los días de semana el barrio es súper seguro porque hay muchísima gente, hay comercios, hay oficinas y el barrio es muy tranquilo. Pero los domingos no hay nadie, ni por la calle, ni ningún comercio, solamente yo estoy abierta y es un desfile de toxicómanos. Tuve un par de episodios así de pequeños atracos y, el domingo pasado, me robaron el móvil y decidí cerrar porque me da miedo. Al estar sola me da miedo", explica.
Una decisión difícil
Para Laura la decisión no fue fácil. Una decisión que le supone importantes pérdidas económicas. Los domingos las ventas triplicaban las de cualquier jornada de la semana. Ahora, este cierre forzoso supone también, subraya, una reacción en cadena: "Si yo vendo menos, compro menos, con lo cual esto también perjudica a mis proveedores y, además, que no va a haber ningún comercio abierto un domingo, o sea que también perjudica a los clientes", lamenta Laura.
Es tal la inseguridad que siente que Laura no piensa echarse atrás en su decisión de cerrar los domingos, ni siquiera incluso, aunque se incrementara la presencia policial. "No se puede tener un policía vigilando la zona todo el día, lo entiendo. Pero ya me llevé demasiados sustos, y la verdad, no sé cuál sería la solución. Lo único que puedo hacer ahora es protegerme".
"Mis clientes me animan mucho, Y aunque duele cerrar los domingos, prefiero estar tranquila. Al final, este problema no es solo mío, es de todos. Yo ya me asusté demasiado", sentencia.
Panadería Boas Migas de la Ronda de Nelle
robo del móvil
El último robo, el de su móvil, fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. Tras sufrir el robo de este dispositivo, logró localizarlo a través de la aplicación de rastreo, pero no recuperarlo. Denunció el hecho en comisaría, pero se encontró con que la policía no podía hacer nada: "Yo tengo el móvil localizado con dirección exacta", algo que indicó en su denuncia.
La policía fue muy amable, pero me dijeron que "no se podía hacer nada", que no podían entrar en un piso por un teléfono. Laura cree que a estas alturas su móvil "estará en cualquier otra parte".
CAMBIOS EN LA ZONA
Lo más inquietante es el cambio que ha sufrido este entorno en los últimos meses. "Llevo casi tres años aquí y nunca había tenido miedo. Esto empezó hace tres o cuatro meses". Laura desconoce qué es lo que ha pasado para este cambio en la zona. "Yo sé lo que veo. Lo que veo los domingos es esto, es un lugar desértico y ves subiendo y bajando toxicómanos todo el tiempo, que es lo que asusta también. Pero esto es puntual los domingos. Los días de semana no sucede. También entiendo que es por eso, porque es una calle que está vacía", apunta.
Panadería Boas Migas en A Coruña
la urraca peggy
Peggy es una urraca que solía pasarse las mañanas en la panadería, comiendo migas de pan y alegrando la vida de Laura y sus clientes. Una mañana desapareció y ella creyó que la habían robado, pero la urraca se había ido a una jamonería de Santa Cristina, en Oleiros.
Ahora, asegura que no sabe nada de ella, pero "la recuerdo constantemente. Tanto los clientes como yo la recordamos constantemente. La verdad es que nos alegraba el día", asegura con nostalgia.