El ejercicio que propone una psiquiatra coruñesa para afrontar experiencias vitales difíciles: "Una terapia excelente"
Anabel González pone el foco en su nuevo libro en "los huecos, las ausencias, las pérdidas, lo que nos faltó..." que, a veces, influye más en nuestras vidas que lo que pasó

Coruña - Publicado el
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Solemos pensar que lo que nos pasa, lo que sucede, genera más impacto en nuestras vidas que lo que no pasa. Pero no siempre es así. En ocasiones, el abandono, las ausencias y las pérdidas nos hieren más que las traiciones, los golpes o los insultos. La psiquiatra y escritora, Anabel González, hace hincapié en su nuevo libro "Lo que no pasó" en esta cuestión. Un libro en el que nos invita a la vez que leemos a escribir nuestro propio libro.
Es la "libreta de los recursos nutritivos". González explica que lo hizo pensando en sus pacientes, que tenían "experiencias muy difíciles, tempranas, de abandono, que es una sensación muy compleja de manejar. No quería que se sumergieran en el libro y que se desbordaran. La idea empezó por ahí. Luego me pareció que podría ser interesante para cualquier lector. El que no quiera escribir, pues no está obligado".
Esta psiquiatra coruñesa asegura que la reflexión interesante y a la que vale la pena dedicarle atención es "cómo puedo hacer que crezca" lo que, en ocasiones, es inconsciente, pero que nos está influyendo en nuestra vida. "Si yo no he sentido reconocimiento, ¿lo tengo hacia mí?; si me ha faltado afecto, ¿me lo doy yo a mí, lo sé recoger cuando está a mi alrededor?" Son cuestiones sobre las que la autora nos invita a reflexionar y "tomar notas".
Hacerlo, pero de forma organizada, cree que puede ayudar a superar aquellos acontecimientos que nos han marcado, hayan pasado o no. Al final, destaca, la persona tiene "dos libros, el que he escrito yo y el que han escrito ellos, que es mucho más interesante y que lo pueden tener como base para ir trabajando esas cosas".
Anabel González apunta que "escribir es una terapia estupenda. Nos vale cantar canciones o dibujar, pero escribir es una forma de poner fuera, de hacer como un poquito la digestión de lo que nos ha pasado, elaborarlo y creo que es una terapia excelente".
desaprender
Aprender puede ser difícil, pero desaprender lo es más porque, indica, "ahí entran en juego los automáticos, tenemos ya unos hábitos, nuestro cerebro ha cogido unas costumbres y hay que tenerse muchísima paciencia y poner atención consciente en cosas que normalmente son automáticas".

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Si somos personas que tendemos a aislarnos cuando nos sentimos mal seguiremos haciéndolo hasta que nos demos cuenta que "no tiene sentido lógico". "Lo lógico sería que si yo me siento solo, busque a gente, que es lo que puede compensar. Pero el cerebro es así. Coge ese hábito y se aparta de lo que necesitamos. Entonces, en ese momento, mi tendencia es irme hacia adentro".
Para desaprender, Anabel González, afirma que hay que obligarse: "le mando un WhatsApp a un amigo y lo tengo que hacer a propósito, sabiendo que un automático no cambia de un día para otro. Voy hacia el otro lado, empiezo a invertir la tendencia, pero tengo que saber que tengo que hacerlo y repetirlo, repetirlo...".
ATRAVESAR EL DOLOR
Pero no sólo se trata de desaprender, para sanar las heridas hay que atravesar también el dolor que nos producen. "Es que no queda otra", subraya Anabel, porque "hacer trampas intentando no notar un dolor que llevamos dentro no tiene ningún sentido". Aunque, señala, "tampoco hay que quedarse en él hasta que se deshace".
"El dolor que enterramos es un dolor que permanece dentro, aunque lo anestesiemos, lo tapemos y no estemos pensando en ello y no lo removamos realmente", añade. "Ahí, en el fondo, sigue produciendo daño y sigue influyendo y, además, en algún momento, se puede reactivar. Cualquier cosa que nos pase en la vida y que toque ahí nos va a hacer aparecer ese dolor como en estado puro", concluye.

Portada del libro de Anabel González
Por eso, argumenta, que la única solución, la única salida es "atravesar el dolor". Y lanza el mensaje positivo que "hay salida al otro lado. La gente, a veces, tarda muchísimo en salir, porque precisamente tiene miedo a sentirlo y hace un montón de cosas con tal de no notar un dolor que inevitablemente es suyo".
LO QUE NO PASÓ
Después de "No soy yo", "¿Por dónde se sale?", "Lo bueno de tener un mal día" y "Las cicatrices no duelen", Anabel González lanza "Lo que no pasó", una obra que nos lleva a mirar de frente aquello que nunca ocurrió pero que, sorprendentemente, aún nos duele. Un libro valiente y reflexivo que pone el foco en las ausencias, las carencias y los silencios que moldean nuestras vidas tanto como los hechos que sí ocurrieron.