Un caso de sumisión química en A Coruña cada tres semanas: el delito invisible que se cuela en las copas

Un suceso de finales de mayo ha hecho saltar las alarmas sobre casos en el área coruñesa de sumisión química. La Guardia Civil detenía a una banda que estafó 12.000 euros a un vecino de Culleredo (A Coruña). Lo llamativo del suceso es que la víctima, un hombre, habría sido sometido a esta práctica y, en ese estado, los presuntos timadores habrían utilizado su móvil sin su consentimiento. Él había salido por A Coruña y, al día siguiente, no recordaba nada. Tenía como un vacío temporal, flashes de personas utilizando su teléfono y su cuenta bancaria vaciada. 

Y es que la sumisión química sí existe. Desde 2022, el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) cuenta con un protocolo específico para casos de sumisión química, un procedimiento que en el último año se ha activado 17 veces, lo que equivale a más de un caso al mes. 

Este preocupante dato lo confirma la doctora Sonia Bolaño, médica de urgencias en el CHUAC quién asegura que las víctimas llegan "mal" al hospital porque traen una "sensación incómoda y están muy nerviosas". Explica que suelen llegar "asustadas porque no saben lo que pasó. Tienen una amnesia de lo sucedido, están desorientados. Se han despertado en un lugar desconocido, a veces, sin ropa, sin pertenencias, con lesiones en el cuerpo...". 

sustancias utilizadas

La doctora Bolaño apunta que las sustancias utilizadas suelen ser psicofármacos de acción rápida, que se activan con dosis bajas y fáciles de obtener. "Son sustancias que no tienen olor, ni sabor, ni color por lo que se administran fácilmente en la bebida". añade. Las más frecuentes son benzodiacepinas, hipnóticos, ketamina, barbitúricos y opioides. El objetivo: anular la voluntad de la personas para facilitar un delito ya sea de robo o de agresión sexual. 

perfil de las víctimas

Cuando hablamos de víctimas solemos pensar en mujeres que sufren algún tipo de agresión sexual pero también hay hombres. Esta doctora coruñesa señala que mientras que en hombres la finalidad suele ser el robo; en mujeres jóvenes, sobre todo menores de 30 años, los casos están vinculados a abusos sexuales. En todos los casos, apunta Bolaño, "cuando se produce es con un fin delictivo y lo que se modifica es el grado de alerta y la capacidad de juicio de la víctima".

¿cuándo se activa el protocolo?

El protocolo específico para casos de sumisión química con el que el CHUAC cuenta desde 2022, cuando Galicia se convirtió en pionera en este tipo de reglamentos, se activa cuando hay "indicadores de sospecha". Hay, afirma Bolaño, "una desproporción entre la cantidad consumida por el paciente y los efectos o recuerdos que tiene. Los acompañantes dicen, también, que está excesivamente intoxicado, para lo que tomó".

La víctima suele presentar además "amnesia total o parcial, desde el momento de la intoxicación no se acuerda de nada. Hay existencia de flashbacks, es decir, que revive de manera momentánea la experiencia pasada, incluso, recuerdos o sensaciones de haber mantenido relaciones sexuales o del uso del móvil y después la localización, el despertar en un lugar desconocido...".

A partir de esa sospecha se activa un protocolo en el que el médico debe recabar la mayor cantidad de pruebas posibles. Se realiza un informe que se traslada al juzgado de guardia y se establece una coordinación entre el SERGAS, el juzgado de guardia y el Instituto de Medicina Legal (IMELGA) donde se realizan las pruebas forenses. Se trata, en palabras de esta doctora coruñesa, de un "abordaje multidisciplinar, de mejorar el diagnóstico y hacer un correcto tratamiento de cada caso". 

secuelas

Además de la sensación de desubicación y desorientación, de sentirse asustados, las víctimas pueden tener secuelas a corto, medio y largo plazo. Y es que, subraya esta médico de urgencias del CHUAC, "cualquier suceso traumático, como es el caso, puede dejar secuelas sobre todo de índole psicológico y también físico, según el tipo de droga usada y la sustancia que se haya administrado".