En esta época de crisis sanitaria, palabras como solidaridad han dejado de ser conjuntos de letras para revelarse como una balsa de salvación para muchos. Una de las asociaciones que saben lo real que es esto es el Banco de Alimentos Rías Altas, cuya actividad ha aumentado un 50% desde que se declaró el estado de alarma.

No solo atienden a entidades. En colaboración con los ayuntamientos, reparten más de medio centenar de cajas de comida diarias a familias que se han visto en la necesidad de acudir por primera vez a la ayuda social.

Conchi Rey, la presidenta del Banco de Alimentos, contaba a COPE Coruña el nuevo perfil de beneficiarios. Se ha referido a “gente que trabajaba cuidando niños o mayores, señoras que limpiaban en casa”, personas “que hacían trabajos de carpintería o fontanería sin estar dados de alta” u otras “que tenían puestos en mercadillos o iban a la chatarra”.

Ahora mismo, tienen necesidad de donaciones de todo tipo de productos, incluso de los que habitualmente tienen buen surtido. “Nunca creimos que íbamos a pedir arroz” pero, “por una vez, estamos hasta necesitados” de este producto. Por lo demás, lo más demandado siempre es cacao de desayuno, conservas de pescado, leche infantil o legumbres.

La mejor noticia en esta crisis son los voluntarios, que han aumentado hasta el punto de que tienen lista de espera. Se puede colaborar con el Banco de Alimentos aportando productos en los carros instalados en los Gadis, dentro de su campaña Mayo Solidario. También reciben aportaciones económicas, que, afortunadamente, también se han multiplicado en este tiempo de pandemia.