El Deportivo ha vuelto a la casilla de salida y está inmerso en la búsqueda de un entrenador, primera piedra del proyecto de la temporada 21-22. Tras romper con Rubén de la Barrera, el club está manteniendo reuniones con varios técnicos para elegir al inquilino del banquillo de Riazor. Carlos Rosende, nuevo secretario técnico, y David Villasuso, primer ejecutivo de la entidad y hombre de confianza de ABANCA, pilotan la operación.

Hay varios candidatos. Uno es Yago Iglesias, que la semana pasada anunció el final de su etapa en el Compostela tras cinco campañas. A su favor, el juego desplegado por su equipo este año. Su Compostela fue de los conjuntos más vistosos y atractivas, llevándose elogios generalizados. Con una plantilla prácticamente idéntica a la de Tercera División, logró su objertivo de jugar en la Segunda División de la Federación. Lo consguió ya en la primera fase, estando en la segunda con el Deportivo peleando por entrar en la Primera RFEF, lugares que ocuparon el propio Dépor y el Racing de Ferrol.

Otra opción es Borja Jiménez. También está libre y tiene dos argumentos de mucho peso que defienden su candidatura: ha logrado dos ascensos a Segunda, con el Mirandés y el Cartagena. Conoce perfectamente la categoría y está acostumbrado al reto de pelear por subir al fútbol profesional.

Son dos de las primeras opciones, pero no las únicas. También gusta Luis Carrión, pero entrena actualmente al Cartagena en Segunda División. Y otro que ha causado impacto por lo realizado esta temporada es David Movilla, del Zamora. Recién ascendido, llegó hasta los play off, donde fue eliminado el pasado fin de semana por el Badajoz. Incluso Víctor Cea, míster del Talavera, está en la agenda.

En las próximos horas, se tomará la decisión definitiva sobre quién es el próximo entrenador, una decisión que marcará el pistoletazo de salida del nuevo proyecto.