El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha instado al gobierno de España a lanzar una campaña contra la desinformación y los bulos relacionados con los migrantes llegados de Canarias.

SUBSAHARIANOS Y UCRANIANOS

El objetivo de esta iniciativa es desvincular la delincuencia de las migraciones y combatir la percepción errónea que algunos partidos políticos tienen sobre la llegada de aproximadamente 23,000 subsaharianos a España, relacionándola con el color de la piel.

El último año con la crisis de la guerra de Ucranía han llegado a España 190.000 ucranianos, para algunos partidos este no es un problema, pero la llegada de 23.000 subsaharianos sí lo es. El problema es el color de la piel.

Rodríguez Osuna ha destacado que es esencial abordar este asunto desde una perspectiva de desmitificación y realidad. En este sentido, ha aclarado que, en su mayoría, estos migrantes llegan a España con una orden de expulsión, lo que significa que su tiempo de permanencia en el país es limitado a aproximadamente un mes. Además, ha subrayado que la dependencia de las administraciones locales en este tema es mínima.

Conseguir el empadronamiento en Mérida o en cualquier ciudad no es nada fácil, deben tener contratos de alquiler, de luz, o agua. Los migrantes no dependen de las administraciones locales y llegan con una orden de expulsión.

La propuesta del alcalde de Mérida busca contrarrestar la desinformación y los estereotipos negativos relacionados con la migración, fomentando un enfoque basado en hechos y datos reales.

REUNIÓN CON ESCRIVÁ

El alcalde Osuna ha resaltado que la reunión con el ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, fue "cordial" y "muy clarificadora". Durante el encuentro, el ministro transmitió a las partes la "dificultad" que a veces existe para comunicar la información "de manera directa o inmediata" a las ciudades y comunidades a las que son trasladados los migrantes.

El alcalde también señaló que "no se sabe cuántos migrantes están llegando a las playas" debido a que "un día llegan mil y otro día no llega ninguno". Por lo tanto, la "rapidez en la transmisión de la información depende también de los flujos migratorios que llegan a la península".