Guardiola y Page alzan la voz: "Es una urgencia, Extremadura y Castilla-La Mancha no pueden llegar a 2030 sin alta velocidad"
Ambos presidentes autonómicos firman una declaración institucional para exigir al Gobierno que acelere la conexión ferroviaria Madrid-Lisboa

Page, presidente de CLM
Mérida - Publicado el
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Este lunes, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, han mantenido un encuentro clave en Mérida para abordar asuntos de interés común entre ambas comunidades. Entre los temas centrales de la reunión ha destacado la exigencia de una conexión ferroviaria de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, una infraestructura que, según ambos mandatarios, es una "necesidad urgente" para el desarrollo económico y social del oeste del país.
Guardiola ha defendido la importancia de la alta velocidad para ambas regiones, subrayando que "ni Castilla-La Mancha ni Extremadura merecen llegar al 2030 sin la alta velocidad". Además, ha insistido en que la falta de esta infraestructura afecta no solo a sus comunidades, sino al conjunto del país: "Este no es el tren extremeño ni el tren de los castellano-manchegos; es el tren de los españoles y los europeos".
Por su parte, García-Page ha sido tajante al afirmar que "estamos bastante hartos de que se vaya contando otro cuento" sobre los retrasos en la llegada del AVE. El presidente castellanomanchego ha denunciado que se intente responsabilizar a los gobiernos autonómicos de la falta de avances, asegurando que "eso es una patraña" y que las autonomías solo pueden responder a los planes presentados por el Gobierno central. "No es cuestión de Navalmoral de la Mata, ni de Toledo, ni de Extremadura o Castilla-La Mancha. No se ha invertido y ya es hora", ha aseverado.
La falta de inversión en infraestructuras en la zona oeste de la península ha sido otra de las críticas de García-Page, quien ha destacado que "el 75% del crecimiento de España en los últimos 40 años se ha concentrado en el este del país, dejando de lado al oeste". En este sentido, ha hecho un llamamiento a una "mirada peninsular" que equilibre el desarrollo de todas las regiones.
Tras la reunión, ambos dirigentes han firmado un protocolo de actuación en materia de emergencias, reforzando la coordinación entre Extremadura y Castilla-La Mancha para garantizar una mejor respuesta ante posibles incidentes en los 400 kilómetros de frontera que comparten.
Con esta declaración institucional, los presidentes autonómicos instan al Gobierno central a "agilizar, invertir, licitar y ejecutar las obras que llevamos décadas esperando". Ahora, la pelota está en el tejado del Ejecutivo, y Extremadura y Castilla-La Mancha esperan hechos y no promesas.