El 'Infierno' de corcho en San Vicente de Alcántara amaina
La lucha contra las llamas en la fábrica Granulex entra en su fase final, aunque la persistencia del viento obliga a mantener la prudencia y un dispositivo de vigilancia.
Incendio en San Vicente de Alcántara
Badajoz - Publicado el
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La batalla contra el incendio en la corchera Granulex de San Vicente de Alcántara (Badajoz) empieza a dar un giro decisivo. Lo que el domingo por la tarde era un "auténtico infierno", según reconocían fuentes municipales a COPE, evoluciona este lunes de forma favorable. Aunque un terco y fuerte viento no permite bajar la guardia, el fuego que devoró montañas de corcho en la empresa Granulex está siendo controlado. La previsión de los servicios de emergencia es que, tras una jornada de intenso trabajo, solo dos dotaciones de bomberos permanezcan esta noche en la zona para vigilar la extinción total.
La evolución positiva es palpable. Según el servicio de bomberos de la Diputación de Badajoz (CPEI), en estos momentos se están consumiendo las últimas pilas de corcho que se incendiaron. El principal desafío ya no son las grandes llamas, sino las pavesas o fragmentos de material ardiente que el viento, aún de moderado a fuerte, sigue lanzando sobre las naves y pastos cercanos, originando pequeños focos que, por ahora, son extinguidos sin dificultad por los efectivos.
En el punto álgido de la emergencia, el dispositivo desplegado fue considerable. Llegaron a trabajar conjuntamente diez efectivos del CPEI con ocho vehículos, incluyendo bombas urbanas y rurales, nodrizas y una unidad de mando, procedentes de los parques de Alburquerque, Mérida y Villafranca. A ellos se sumaron bomberos voluntarios locales y una dotación de la Diputación de Cáceres. La logística humanitaria, crucial en estas situaciones, fue cubierta por Cruz Roja, que se encargó de que todos los bomberos tuvieran comida y asistencia.
la problemática del corcho
Extinguir un incendio de corcho es una tarea especialmente compleja y lenta. Este material, orgánico y poroso, conserva el calor durante mucho tiempo, lo que favorece la reignición. Además, su naturaleza lo convierte en un combustible excelente, haciendo que las llamas alcancen grandes dimensiones y generen una inmensa columna de humo negro, visible desde toda la localidad. Durante las primeras horas, la estrategia se centró en salvar el silo y las naves de transformación, mientras se retiraba corcho de las zonas adyacentes para evitar que el fuego se propagara.
Bomberos refrescando la zona
La trágica paradoja de este suceso es que ha golpeado el corazón económico de San Vicente de Alcántara, la capital extremeña del corcho y uno de los centros de producción más importantes del mundo. De sus fábricas sale aproximadamente el 15% de todos los tapones de corcho a nivel global. La empresa afectada, Granulex, con 75 años de historia, no solo se dedica a los usos más tradicionales, sino que innova con aplicaciones para campos de fútbol y otros granulados.
Un cambio de viento podría complicar el desarrollo, las labores de extinción y la seguridad
Alcalde de San Vicente de Alcántara
El inicio del fuego, ocurrido alrededor de las 16:00 horas del domingo, fue de una violencia inusitada. Las llamas colapsaron rápidamente una nave de almacenamiento y afectaron a entre 20 y 30 montones de corcho. La complejidad inicial fue máxima, agravada por la presencia de una línea de alta tensión cercana que limitó, en un primer momento, la capacidad de los bomberos para usar grandes cantidades de agua. Fue una lucha contrareloj para aislar el fuego y evitar una catástrofe mayor.
Ahora, con la situación estabilizada, las autoridades, como el alcalde Andrés Hernáiz, piden a la ciudadanía que mantenga la prudencia. "Un cambio de viento podría complicar el desarrollo, las labores de extinción y la seguridad", ha recordado. No obstante, el mensaje general es de alivio y agradecimiento hacia el trabajo de los profesionales que han logrado domeñar un infierno que, por un momento, puso en jaque a toda una comunidad.