En este sentido, Stone & Music quiere poner de manifiesto que desde siempre ha compartido la lógica preocupación por la conservación del Teatro Romano. De ahí que desde los inicios de S&M Festival en 2016 siempre se haya mantenido trabajo constante, de manera consensuada y siempre siguiendo la indicaciones de la entidad de conservación del Patrimonio emeritense, para minimizar posibles daños al monumento. De la misma manera, la promotora del Festival de música quiere y debe dejar patente las excelentes relaciones entre la dirección de ambas entidades, entre otras cuestiones, basadas en la sensibilidad hacia el monumento en todas sus actuaciones.

En este sentido, Stone & Music festival quiere aclarar, en primer lugar, que todos los conciertos que forman parte de la edición 2020, exactamente igual que todos los que han formado parte de cualquier edición de Stone & Music Festival desde sus inicios en el verano de 2016, tienen la preceptiva autorización previa de la Comisión Ejecutiva del Consorcio de la Ciudad Monumental. 

En segundo lugar es importante resaltar que desde el inicio del festival en el verano de 2016, el trabajo desempeñado por la dirección de Stone & Music Festival se ha hecho en consonancia con lo indicado por el Consorcio, al que desde el principio se le preguntó por estudios de impacto de sonido o similares sobre el monumento para adecuar los trabajos a desarrollar en éste a los mismos.

Ante la ausencia de dichos estudios, el Stone & Music festival aplica desde su inicio medidas para minimizar los riesgos, tales como trabajar con un desglose de material mínimo, adaptado al escenario y rechazando lo planteado por los artistas en sus giras o, desde 2017, establecer valores máximos de sonido que coinciden con las indicaciones de valores aconsejadas por el Consorcio en 2019, así como  usar usa sistemas de medición de los niveles de presión sonora (conocido por sus siglas en inglés SPL) con ponderación A que siempre están a la vista de los operadores del sistema. 

En este sentido, la preocupación de la dirección de S&M por la conservación y correcto uso del monumento es tal que se han aplicado técnicas de direccionamiento radiactivo de las frecuencias, de acuerdo a la Carta de Verona sobre el uso de lugares clásicos de espectáculos. Es la PRIMERA VEZ, desde que se realizan espectáculos en este recinto, que se trabaja bastante por debajo de los 100 decibelios.

A estos condicionantes técnicos, hay que sumar la insistencia de la dirección del festival para, incluso antes de firmar contrato, asegurar que artistas, oficinas de producción y cualquiera de los equipos técnicos y de montaje de un espectáculo conozcan y acepten TODAS las indicaciones que sobre la protección y uso del monumento nos hace llegar el Consorcio de la Ciudad Monumental.  En cualquier caso, también es reseñable que más del 90% del montaje de infraestructuras de luz y sonido, sólo se realizan antes del primer concierto, los días previos del inicio del concierto, ya que las mismas forman parte de todo el evento musical, lo cual redunda en una minimización de perjuicios para el entorno.

Estas indicaciones además se cumplen a rajatabla y bajo la estricta supervisión de técnicos del Consorcio y la producción local (con el extraordinario conocimiento y experiencia que aportan, tanto a la dirección de producción como a la dirección técnica, más de 20 años de trabajando en el espacio del Teatro Romano) en todos y cada uno de los conciertos que, como ya se ha señalado con anterioridad, tienen la debida y preceptiva autorización de la Comisión Ejecutiva y, por tanto, de la Dirección del Consorcio de la Ciudad Monumental.