En la jornada de hoy, la Junta de Extremadura ha notificado nuevos contagios en la única residencia de mayores de Mérida cuya gestión depende de la administración regional. En total, son 38 casos activos de coronavirus en este centro. Según fuentes consultadas por Cope, la aplicación de las medidas anti-covid son difícil de llevar a cabo debido a las características del centro y la falta de medios existentes.

Tanto trabajadores como familiares de usuarios señalan que “es imposible aplicar las medidas indicadas por sanidad porque no conocen la realidad del centro”.

INSTALACIONES Y MATERIAL

“Es imposible delimitar la zona de contagiados”

Aunque los contagiados asintomáticos se encuentran asilados en una planta diferente al resto de usuarios, según los trabajadores del propio centro, es imposible delimitar estancias y zonas de paso en el día a día, debido a las características de la propia residencia.

El personal del centro tiene miedo a un acto tan sencillo como montarse en el ascensor. Denuncian la falta de material, imprescindible en estos casos, como bolsas hidrosolubles para la ropa sucia de las personas contagiadas o bandejas desechables para sus comidas diarias.

El personal de limpieza y el de cocina trabajan en zonas en las que no está diferenciado la ropa de los usuarios contagiados con la del resto de usuarios, esto mismo sucede con las bandejas de la comida, con el riesgo que supone para todos ellos.

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USUARIAS/OS

Gracias a la parte humana del personal de la residencia, los usuarios sobreviven al cierre del centro. Los pacientes que están en la planta de aislamiento por coronavirus no disponen de televisión, las horas para ellos se hacen interminables. Según relatan a este medio, los trabajadores les llevan libros, libretas y colores para que puedan entretenerse en sus horas libres, además de darles un ratito de conversación diaria.