Los compañeros de María Antonia exigen justicia
Una concentración frente a la oficina del INSS en Badajoz, a la que se han unido representantes políticos, se convierte en el altavoz de la rabia de unos compañeros de trabajo que hoy no podían, ni querían, hacer como si nada hubiera pasado.

Badajoz - Publicado el
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No era un día cualquiera en la oficina del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en la Ronda del Pilar. La rutina de los formularios y los sellos ha sido reemplazado por un silencio espeso y un dolor compartido. Fuera, ante la fachada del edificio que fue el último lugar de trabajo de María Antonia Sánchez, sus compañeros se congregaban para expresar el dolor ante una pérdida que les ha golpeado en lo más hondo. Uno de ellos, Francisco Javier, le ha puesto palabras a la indignación y a la rabia.
Sus palabras, entrecortadas por la emoción, no provenían de un discurso meditado, sino de la inmediata y brutal cercanía de la tragedia. "En este caso queremos condenar en firme este asesinato. Es que esto es una barbaridad, es que es otra barbaridad más", afirmó con contundencia. Francisco Javier destacó la injusticia absoluta de lo ocurrido: "Era una chica que tenía la vida por delante, que no se lo merece. No se lo merece nadie". Pero fue al señalar la proximidad del crimen cuando su testimonio adquirió una dimensión estremecedora: "Cuando te toca de cerca es cuando adquieres una dimensión real de lo que son estos crímenes".

Los compañeros de María Antonia exigen justicia
El relato de Francisco Javier también dibujó los momentos de incertidumbre y alarma que precedieron al terrible hallazgo del pasado jueves . Los compañeros fueron los primeros en percatarse de que algo andaba mal. "Los compañeros la echamos en falta esa mañana, sí", confirmó. Esa inquietud inicial los llevó a actuar con una premura que, tristemente, ya era tardía. "Fueron a buscarla porque no respondía a los mensajes. Fueron a buscarla a su casa y fue cuando se encontraron con lo que había ocurrido". Una muestra del vínculo y la preocupación que existía entre los compañeros.
Simpática, Trabajadora, Cariñosa
Frente a la brutalidad del crimen, la memoria de sus compañeros rescata la luz de la persona que era María Antonia. Francisco Javier no dudó en describirla con adjetivos que hablan de una vida en plenitud y de una personalidad arrolladoramente positiva: "Absolutamente nada que no supe. Nada, un comportamiento normal, una chica simpaticísima, trabajadora, amable, cariñosa con los compañeros". Y, quizás, la frase que más duele, la que encapsula toda la tragedia de una existencia truncada: "Una chica que estaba empezando, estaba empezando a vivir. Había sacado su plaza, acababa de sacar su plaza". Esa joven funcionaria, que había logrado la estabilidad con tanto esfuerzo, ve su futuro aniquilado por una violencia que no entiende de logros ni de sueños.
Era una chica que tenía la vida por delante, que no se lo merece. No se lo merece nadie
Compañero de María Antonia
La concentración de hoy no fue solo un acto de duelo, sino también una demanda clara y directa a la justicia. Mientras los dos detenidos pasaban a disposición judicial en los juzgados de la Ronda Norte, a escasos kilómetros de distancia, los compañeros de María Antonia elevaban su propio veredicto desde la puerta de su oficina. La petición de una condena firme no es solo para este caso concreto; es un grito contra cualquier tipo de violencia. El asesinato de María Antonia Sánchez deja de ser una estadística para convertirse en un nombre, un rostro y una historia que sus compañeros se niegan a olvidar, exigiendo que el sistema judicial actúe con toda la contundencia necesaria para que "esta barbaridad más" no quede impune.