"Tenía una forma de mirarte que daba miedo". Es una afirmación de Carmen, la amiga íntima de Manuela Chavero sobre el que ha resultado ser su asesino. Eugenio Delgado, 28 años, agricultor y ganadero en una localidad de 4.500 habitantes. "No estaba borracho en los bares, era una persona normal". Dice otro de los vecinos de la localidad.

La que más detalles puede facilitar sobre la relación del autor confeso de la muerte de Manuela es su hermana Emilia. "Nosotros pensamos siempre que él tenía algo que ver. No era normal. Me rehuía la mirada".

Desde hace 4 años este vecino de la misma calle "El Cerezo", en la que vivía Manuela, ha conseguido vivir con este horrible secreto en su interir. El detenido adfirma que todo fue consecuencia de un desafortunado accidente. Pero, sin embargo, solo una persona muy fría podría soportar en silencio las apariciones de la familia en televisión y radio, las búsquedas de los agentes de la UCO, la preocupación de todos los vecinos.

"Yo creo que estaba obsesionado con mi hermana", dice Emilia entre llantos. La diferencia de edad era patente, sin embargo, él había hecho creer al algunas amigas de Chavero que tenían una relación. "A nosotros Manuela no nos dijo nunca nada. Si hasta habíamos hablado alguna vez que nos daba miedo. Era muy raro", señala otra de las amigas de Manuela".

Eugenio regentaba tres fincas familiares, dedicadas a la agroganadería, que en otros tiempos regentaban ellos, pero que ahora tenían alquiladas. En una de ellas, en La Dehesa, se buscan todavía detalles que ayuden a esclarecer el caso. Los restos hallados anoche en ella han viajado durante la madrugada al Departamento de Medicina Legal de la Capital Pacense. El detenido, mientras sigan las investigaciones permanece en dependencias de la Guardia Civil hasta que pase a disposición judicial, cuando se terminen las investigaciones que bien pudiera ser Mañana ser mañana domingo.