¿Sabes quién ve las fotos de tus hijos en redes? La Policía te lo recuerda con este vídeo impactante
Una nueva campaña impulsada por la Policía Nacional y la Fundación SOL pone el foco en el sharenting, una práctica cada vez más extendida y peligrosa

El video de la campaña advirtiendo sobre el peligro del sharenting
Valencia - Publicado el
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“¿Lo harías si supieras quién puede ver esa imagen dentro de unos años?”. Esa es la pregunta que lanza la nueva campaña de la Policía Nacional y la Fundación SOL, que busca frenar el llamado sharenting, el hábito de compartir imágenes o vídeos de menores en redes sociales, casi siempre por parte de los propios padres o tutores. Una práctica común que, según alertan, puede tener consecuencias devastadoras para la seguridad y el bienestar emocional de los menores.
El vídeo que acompaña la campaña, de apenas 44 segundos, muestra una escena emocionalmente intensa: una mujer da a luz, emocionada, mientras una voz en off pregunta “¿Eres consciente de que este momento que estás subiendo puede ser descargado, compartido y almacenado para siempre en los móviles de otras personas?”. La idea es clara: lo que se publica en internet deja de pertenecernos.
Un fenómeno imparable... y peligroso
Según datos recogidos en la campaña, el 89% de los padres españoles publica fotos o vídeos de sus hijos en redes sociales al menos una vez al mes. Y aunque la mayoría lo hace sin mala intención —para compartir momentos entrañables con amigos o familiares— lo cierto es que esta práctica entraña riesgos que muchas veces se pasan por alto.
Uno de los datos más alarmantes lo ofrece la Policía Nacional: el 72% del material incautado en operaciones contra la pedofilia está compuesto por imágenes cotidianas de menores que no son sexualizadas, pero han sido extraídas de redes sociales públicas o perfiles de padres. Es decir, imágenes aparentemente inocentes que acaban formando parte de bases de datos delictivas sin que nadie —ni el menor ni sus padres— lo sepa.
Desde la Fundación SOL insisten en que la intención no justifica el resultado. “Nadie sube una foto pensando en que pueda ser utilizada por un pedófilo. Pero eso no cambia la realidad. Las redes sociales no son entornos privados, y el control de lo que sucede con una imagen, una vez publicada, se pierde completamente”, explican.
La falsa sensación de privacidad

Fragmento del video de la campaña
Uno de los grandes problemas que señala esta campaña es la falsa sensación de privacidad que ofrecen algunas plataformas. Muchos padres creen que, por tener un perfil privado o compartir solo con amigos, las fotos de sus hijos están a salvo. Sin embargo, los expertos en ciberseguridad advierten que las imágenes pueden ser fácilmente capturadas, descargadas y compartidas, incluso desde entornos supuestamente cerrados.
Además, hay una cuestión clave que la campaña no deja pasar: el consentimiento. “¿Le has preguntado a tu hijo si quiere que subas esa foto?”, interpelan desde el vídeo de concienciación. En muchas ocasiones, los menores no tienen edad para entender qué significa que su imagen esté disponible en internet, ni las implicaciones que eso puede tener para su vida futura.
Según una abogada especializada en derechos digitales, “la legislación española reconoce el derecho a la propia imagen desde la infancia, y los padres son sus tutores legales, sí, pero también deben ser los primeros en protegerlos de una exposición innecesaria”. Según explica, ya hay casos en los que adolescentes han pedido judicialmente la retirada de contenido que sus padres compartieron cuando eran pequeños, y que ahora les genera problemas de acoso escolar o daño psicológico.
Casos reales: del cariño a la exposición
Durante la presentación de la campaña, la Policía Nacional recordó varios casos que ilustran los riesgos de este tipo de publicaciones. Uno de los más impactantes fue el de una madre que, sin querer, subió un vídeo de su hijo bailando en casa, que se volvió viral en TikTok. Lo que comenzó como una anécdota graciosa terminó derivando en un aluvión de comentarios desagradables, manipulaciones del vídeo y la posterior aparición del mismo en foros de contenido pedófilo.
Otro caso citado fue el de una niña que fue reconocida en su nuevo colegio por un vídeo que su madre había publicado años antes, disfrazada para una fiesta. El contenido se convirtió en motivo de burlas, memes y acoso, provocando que la menor tuviera que recibir apoyo psicológico.
“Las consecuencias pueden aparecer años después, cuando el niño ya tiene conciencia y empieza a sufrir por algo que nunca consintió”, explican desde Fundación SOL. “El problema no es subir una foto puntual. El problema es no saber lo que puede pasar con esa foto”.
¿Qué es exactamente el sharenting?
El término sharenting nace de la unión de las palabras sharing (compartir) y parenting (crianza). Se refiere a esa costumbre, cada vez más común, de padres y madres que comparten contenidos sobre sus hijos en redes sociales: fotos en la playa, vídeos de sus primeros pasos, celebraciones de cumpleaños, travesuras, etc.
Lo que parece algo entrañable —y en muchos casos lo es— se convierte en un problema cuando esa exposición es constante, pública y sin conciencia de los riesgos que conlleva. En palabras de la psicóloga infantil Ana Galiana, “el sharenting puede parecer inocente, pero construye una identidad digital del menor sin que este tenga voz ni voto. Esa exposición puede afectarle a nivel emocional, social e incluso legal en el futuro”.
Recomendaciones de la Policía Nacional
La campaña no solo busca alertar, sino también educar e informar. Por ello, la Policía Nacional ha publicado una serie de recomendaciones básicas para quienes comparten contenido sobre sus hijos en internet:
- Evita mostrar el rostro del menor, especialmente si es muy pequeño.
- No publiques imágenes donde se vea el entorno escolar, deportivo o lugares fácilmente reconocibles.
- Desactiva la geolocalización y revisa las configuraciones de privacidad de cada red social.
- Nunca compartas información personal del menor (nombre completo, edad exacta, dirección).
- Pide siempre el consentimiento del menor si ya tiene edad para entender lo que significa.
- Reflexiona antes de publicar: ¿te gustaría que esa foto estuviera en manos de desconocidos?
Además, recuerdan que, ante cualquier sospecha de uso ilícito de imágenes de menores, se debe acudir de inmediato a las fuerzas de seguridad.
Un reto generacional
En una era donde todo se comparte, donde cada logro, cada caída o cada gesto simpático parece merecer su espacio en las redes, la campaña de la Policía Nacional nos obliga a parar y reflexionar. ¿Estamos construyendo recuerdos familiares o estamos construyendo un archivo público de nuestros hijos sin que ellos puedan opinar?
“No se trata de demonizar las redes sociales, sino de usarlas con responsabilidad”, concluyen desde Fundación SOL. “Nuestros hijos no son contenido. Son personas que merecen respeto, intimidad y protección”.
Y esa protección empieza en casa. En cada publicación. En cada clic.