Seis meses después de la DANA: la historia de Nacho, el farmacéutico que sobrevivió y reconstruyó su negocio

Se cumplen seis meses de la DANA que cambió para siempre la vida de miles de personas en la Comunitat Valenciana. Una tragedia que dejó 227 fallecidos, más de 11.000 viviendas dañadas y daños materiales valorados en 17.880 millones de euros. Pero detrás de las cifras hay historias humanas de coraje, supervivencia y reconstrucción. Una de ellas es la de Nacho, farmacéutico de Alfafar, que vivió en primera persona el horror del 29 de octubre y logró, contra todo pronóstico, volver a abrir su farmacia apenas un mes después.

El 29 de octubre de 2024 parecía una tarde tranquila. “Había viento, pero nada más”, recuerda Nacho. De repente, empezaron a llegar mensajes de alerta: vídeos que mostraban calles de su entorno inundadas. Al principio, pensó que serían imágenes antiguas o falsas. Pero al acercarse a una calle cercana, se encontró con un auténtico lago de agua desbordada.

De inmediato, regresó a la farmacia ubicada en la plaza Poeta Miguel Hernández. Envió a casa a sus compañeras y se quedó junto a otra trabajadora intentando salvar lo que pudieran. Pero en cuestión de minutos, el nivel del agua subió alarmantemente: de los tobillos a las rodillas, y creciendo. Nacho decidió entonces intentar salir, pero la presión del agua abombó las persianas del local, dejándolo atrapado dentro.

“Llamé a mi mujer para avisarle de la situación, por si pasaba algo”, relata. Desde dentro, intentó forzar la persiana, hasta que un coche arrastrado por la corriente golpeó el escaparate, rompiéndolo. Fue su salvación: logró salir, se subió al propio vehículo, y resistió sobre su techo más de hora y media mientras el agua seguía subiendo. 

Un rescate improvisado en la oscuridad  

Desde lo alto del coche, en plena oscuridad y con la corriente desatada, Nacho vio como el agua le llegaba incluso a los rótulos de la farmacia. A pesar del peligro, logró mantenerse en pie hasta que, finalmente, la fuerza del agua desplazó el coche. De forma casi milagrosa, evitó chocar contra obstáculos y terminó estrellado contra una pila de coches amontonados.

Allí, en medio del caos, sin zapatos y aferrado a la vida, esperó varias horas hasta que el nivel del agua bajó. A las dos de la madrugada, logró llegar a un portal abierto de unos vecinos, quienes lo acogieron esa noche. Desde allí pudo comunicarse por teléfono con su familia y confirmar que seguía con vida. 

Reconstrucción exprés: volver a empezar  

La historia de Nacho no solo es un testimonio de supervivencia, sino también de esfuerzo y resiliencia. Junto a sus dos socios, activaron en pocas horas la maquinaria para reconstruir el negocio. Contactaron con su corredor de seguros, movilizaron a la empresa que en su día había reformado la farmacia y, en cuanto fue posible, iniciaron las obras de recuperación.

"El local se quedó como un solar. Se llevaron las estanterías, paredes interiores, medicamentos, neveras... Todo", explica. Sin embargo, con una rapidez admirable, lograron poner en marcha un botiquín de emergencia autorizado por la Consellería para atender a la población y, el 2 de diciembre, poco más de un mes después de la catástrofe, reabrieron oficialmente su farmacia.

“No solo era necesario por los medicamentos, sino también anímicamente. La gente nos decía que si nosotros habíamos podido levantarnos tan rápido, ellos también podían”, recuerda Nacho emocionado. La nueva farmacia es ahora un símbolo de superación para todo el barrio de Parque Alcosa. 

Una farmacia "forzosamente nueva"  

Hoy, seis meses después de aquella noche terrible, la farmacia luce como antes del desastre: estanterías, sistemas informáticos, mobiliario... Todo ha sido renovado desde los cimientos. "Tenemos una farmacia forzosamente nueva", dice Nacho con una mezcla de orgullo y resignación.

Su testimonio es un recordatorio del valor humano frente a la adversidad. De la fuerza de la comunidad y de la voluntad de no rendirse, incluso cuando el agua arrasa no solo los bienes materiales, sino también las certezas de toda una vida.