En mitad del fuego cruzado entre las fuerzas políticas valencianas con motivo del cierre del ocio nocturno, las tres salas de fiestas de Valencia en las que se detectaron contagios por coronavirus reabren las puertas al público 7 días después. Después de que los 12 camareros de Mya-Umbracle dieran positivo en las pruebas PCR se procedió a un exhaustivo rastreo entre la plantilla de trabajadores. En total han sido 151 los trabajadores que estuvieron en las salas los días 23 y 24 y que, por tanto, se han sometido a los test serológicos. La discoteca Akuarela, también del Grupo Salamandra, ha reabierto ya esta pasada madrugada después de haber aislado al único trabajador positivo y testeado a la plantilla. Desde esta noche con la apertura de la terraza Umbracle, las tres salas al completo habrán abierto al público después de haber sometido a los locales a un exhaustivo proceso de desinfección. Esta reapertura llega junto al rastreo que Sanidad está llevando a cabo entre el listado de los asistentes los pasados días 23 y 24 de julio para que la conselleria contacte con ellos y pueda someterlos a las pruebas de verificación PCR. Sin embargo, algunas personas que estuvieron en las discotecas valencianas en la que se han detectado brotes de coronavirus en esas fechas se están negando a hacerse las pruebas para poder determinar si han resultado contagiadas de coronavirus pese a que el sometimiento al test sea obligatorio.

Por otro lado, será de vital importancia extremar las medidas de prevención, como el uso de mascarilla, la asistencia de público bajo reserva y registrar el aforo reducido, y es que desde el viernes pasado el Consell ha regulado las sanciones para los empresarios de la noche que incumplan estas medidas. Las sanciones graves de 60.000 euros pueden incluso ir acompañadas de la suspensión de actividad.