Los jabalíes toman el mando en 440 municipios de la Comunitat Valenciana
La Generalitat impulsa un decreto para controlar una plaga que provoca daños millonarios y riesgos crecientes para vecinos y agricultores

Una familia de jabalíes cruzando una carretera comarcal
Valencia - Publicado el
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La situación ha dejado de ser anecdótica para convertirse en una auténtica emergencia. La sobrepoblación de jabalíes en la Comunidad Valenciana afecta ya a 440 municipios y está generando serios problemas en el ámbito rural, medioambiental y urbano. La Generalitat ha decidido actuar con un nuevo decreto que flexibiliza la normativa de caza, amplía los periodos hábiles y permite técnicas de control hasta ahora limitadas.
“Queremos reducir una población que está haciendo mucho daño, tanto en el campo como en los pueblos y ciudades”, explica el conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus. Su departamento ha puesto en marcha una línea de ayudas de 900.000 euros para que los ayuntamientos puedan aplicar medidas de control de fauna salvaje. La iniciativa, que se aplicará de forma inmediata, también contempla mejoras sanitarias para facilitar el consumo de carne de jabalí.
Desde el sector agrícola, la reacción ha sido positiva. “Por fin se reconoce un problema que lleva décadas creciendo sin control”, señala Juan Salvador Torres, secretario general de AVA-ASAJA. En declaraciones a Herrera en COPE Comunidad Valenciana, Torres no duda en calificar la situación de “barbaridad” y critica el discurso ecologista radical que ha impedido una gestión eficaz de la población cinegética.
“Veías manadas de 50 jabalíes juntas. Eso no es normal. Hacen daño y hay que poner límites”, insiste. Solo en 2024, la asociación estima que los daños provocados por los jabalíes en explotaciones agrícolas valencianas han alcanzado los 50 millones de euros. Los animales no solo destrozan cosechas —maíz, cítricos, hortalizas—, sino que rompen sistemas de riego, destruyen muros de contención y pueden transmitir enfermedades tanto a la cabaña ganadera como a los humanos.
La clave, según Torres, está en la gestión municipal: “Los ayuntamientos deben implicarse. No es un problema de un agricultor al que le destrozan 40 naranjos, es una cuestión de interés general”. Muchos municipios carecen de cotos de caza o tienen parte de su término sin cubrir, lo que facilita la expansión descontrolada de la especie. “Si no haces nada, agravas el problema. Ellos se siguen reproduciendo”, advierte.
La Generalitat ha abierto ya el plazo para que los consistorios interesados soliciten las ayudas. La intención es evaluar los resultados a final de año y analizar si es necesario ampliar la dotación económica o introducir nuevas medidas. “Lo importante ahora es que no sobre dinero”, remarca el dirigente de AVA-ASAJA.
Mientras tanto, el miedo se instala en zonas residenciales cercanas a áreas boscosas, donde los vecinos ya no se sorprenden al cruzarse con jabalíes en plena calle al anochecer. “Esto no es solo un problema del campo. También hay riesgo para las personas”, apuntan desde municipios como Macastre, donde el alcalde ya ha pedido más control tras varios avisos de encuentros peligrosos.
La lucha contra la sobrepoblación de jabalíes entra así en una nueva fase, con un objetivo claro: recuperar el equilibrio y evitar que el medio natural y rural se conviertan en terreno salvaje sin ley.