Euskadi, pionera en participación sanitaria: prepara una norma que dará voz real a pacientes y ciudadanía
El nuevo modelo busca reforzar la escucha a usuarios y asociaciones en las decisiones de Osakidetza, con una participación más sólida y estable

Nuevo modelo más participativo
Euskadi - Publicado el
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El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ultima una nueva norma que pretende transformar la manera en que pacientes y ciudadanía participan en el sistema sanitario. La iniciativa, anunciada por el consejero de Salud, Alberto Martínez, supone un paso decisivo para dar un papel estable, reconocido y con capacidad de influencia a quienes viven de primera mano la enfermedad y el cuidado.
El proyecto llega tras años de trabajo en torno a la participación real en salud. De hecho, Euskadi ya cuenta con el primer Plan Director de Participación Ciudadana en Salud, una hoja de ruta pionera que tendrá su primera partida presupuestaria en 2026. Con esta nueva norma, el Ejecutivo quiere ahora convertir en estructura estable lo que hasta ahora funcionaba por proyectos o experiencias puntuales.
Una participación con respaldo jurídico
El objetivo central es articular jurídicamente la especificidad de las asociaciones de pacientes y reforzar su independencia. Para ello, la futura norma incluirá:
La posibilidad de que los profesionales sanitarios prescriban a sus pacientes el contacto con asociaciones especializadas, igual que se recomienda una prueba, un seguimiento o una actividad saludable.
Con ello, Salud quiere que el papel de estas asociaciones -que muchas veces son clave en el acompañamiento y la educación en salud- se incorpore de manera estructural al sistema sanitario, y no dependa de iniciativas aisladas.

Osakidetza
Una ciudadanía que puede aportar más de lo que imagina
El consejero ha subrayado que la ciudadanía “tiene mucho que aportar” en decisiones que afectan al funcionamiento de Osakidetza: desde la evaluación de servicios hasta la planificación estratégica, la accesibilidad, la calidad asistencial o la humanización del sistema.
El reto ahora es completar el proceso participativo, dotarlo de garantías y asegurar que la voz de pacientes y familias tenga un peso real en la toma de decisiones sanitarias.
Próximos pasos
A lo largo de 2026 se prevé avanzar en el desarrollo reglamentario y en la puesta en marcha de las primeras medidas, aprovechando la coordinación entre Osakidetza, asociaciones y profesionales sanitarios.
Con este movimiento, el sistema de salud vasco busca situarse a la vanguardia del Estado en participación efectiva, con un enfoque centrado en la experiencia de los pacientes y en una colaboración más estrecha entre ciudadanía e instituciones.



