Hasta las diez de esta noche han estado pasando devotos ante la imagen de la Virgen de los Desamparados en su Basílica para venerar a la patrona en el primer besamanos extraordinario organizado después de 30 meses del último que se llevó a cabo.

Se calcula que participaron cerca de 12.000 personas durante toda la jornada, a pesar del mal tiempo, el frío y la lluvia, De hecho a mediodía de ayer, la temperatura en el centro de la capital valenciana era de sólo 7 grados, a pesar de lo cual, el paso de los valencianos, de forma individual o en grupos o familias, fue continuo toda la jornada.

Cada uno de los devotos veneró a la patrona con una reverencia, sin tocarla, deteniendose ante ella para rezar, y siempre con mascarilla, tras serle tomada la temperatura a la entrada del templo y recibir gel hidroalcohólico.

Entre los participantes estuvo el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que permaneció unos minutos rezando ante la patrona de Valencia.

La imagen en esta ocasión lució un manto de color blanco, regalo de una devota para el Besamanos de 2020 que tuvo que ser suspendido por la pandemia.

Según el presidente de los Seguidores de la Virgen, José Luis Albiach, la jornada transcurrió “sin ninguna incidencia” y la afluencia fue continua .porque “ todos teníamos muchas ganas de poder venir a los pies de la Virgen de los Desamparados después de dos años sin poder celebrar el Besamanos para pedirle lo mejor para Valencia, y para todos.

Además, funcionó “a la perfección el equipo de control y vigilancia en el que participaron cerca de cien personas, entre voluntarios de la Corte de Honor, Eixidors y Seguidores de la Virgen.