España retrasa la maternidad: la edad media del primer embarazo supera los 32 años y sigue creciendo
Se suma el aumento de las enfermedades de transmisión sexual y marcan los nuevos desafíos de la salud ginecológica

Los doctores Domingo y Alcover en el programa de COPE Más Valencia
Valencia - Publicado el
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La salud ginecológica, la fertilidad y los cambios sociales que afectan a la mujer han protagonizado la conversación médica de hoy en el programa “Colegiados Médicos” del Colegio de Médicos de Valencia en COPE Más València. La edad media del embarazo en España, el auge de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), los embarazos tardíos y el abordaje de etapas como la menstruación o la menopausia han sido algunos de los temas clave analizados por la Dra. Inmaculada Alcover, ginecóloga del Hospital Dr. Peset de Valencia y experta en Medicina materno-fetal, y el Dr. Santiago Domingo, Jefe de Ginecología Oncológica del Hospital La Fe de Valenci .
La maternidad tardía, una realidad cada vez más común
Uno de los aspectos más destacados por la doctora Alcover fue el cambio en la edad en la que las mujeres tienen su primer hijo. “España es uno de los países de la UE con la edad media de maternidad más alta: 32,6 años. Y el 40% de las mujeres tienen su primer hijo después de los 35”, subrayó.
Hace apenas unas décadas, lo habitual era que las mujeres fueran madres entre los 20 y los 25 años. Sin embargo, los cambios sociales, laborales y personales han transformado radicalmente este patrón. Las mujeres retrasan cada vez más la maternidad, y esto, como explicó la experta, tiene consecuencias clínicas:
- Disminuye la fertilidad: A partir de los 35 años, la capacidad de concebir desciende significativamente. A los 30 años, la probabilidad de embarazo en un ciclo menstrual es del 20%; a los 40 años, baja a menos del 5%.
- Aumenta el riesgo de complicaciones: Las posibilidades de aborto espontáneo, partos prematuros, diabetes gestacional o preeclampsia se multiplican con la edad.
- Mayor necesidad de técnicas de reproducción asistida: Muchas parejas tienen que recurrir a tratamientos médicos para conseguir el embarazo.

Borja Rodríguez junto a los doctores Inma culada Alcover y Santiago Domingo
Controles más exigentes y medicina preventiva
Para afrontar estos nuevos retos, la medicina ha adaptado sus protocolos. “Hoy hacemos una valoración muy precoz, desde la semana 9-10 del embarazo, analizando factores de riesgo como la edad, el estado hormonal o la función tiroidea”, apuntó Alcover.
Además, destacó el uso de tratamientos preventivos, como el caso de la aspirina en dosis bajas para evitar la preeclampsia en mujeres con riesgo. “Con este tratamiento, evitamos 2 de cada 3 casos de hipertensión en el embarazo”, comentó.
También se ha popularizado el test prenatal no invasivo, una prueba de cribado que detecta el riesgo de síndromes cromosómicos sin necesidad de procedimientos invasivos como la amniocentesis.

Momento de la entrevista en los estudios de COPE Valencia
Las enfermedades de transmisión sexual, en aumento
Otro tema que generó gran atención durante el programa fue el repunte de las enfermedades de transmisión sexual (ETS), especialmente entre los jóvenes. Aunque no se profundizó en cifras concretas, los doctores señalaron que la relajación en el uso del preservativo y una menor percepción del riesgo están detrás del incremento de estas enfermedades.
Santiago Domingo insistió en la necesidad de educación sexual desde edades tempranas, no solo centrada en la reproducción, sino también en la prevención de infecciones como el virus del papiloma humano (VPH), la clamidia o la gonorrea. Recordó que el VPH, por ejemplo, está directamente relacionado con el cáncer de cuello de útero, uno de los más frecuentes en mujeres jóvenes.
La menstruación y la endometriosis: visibilizar lo invisible
Domingo también aprovechó para desmitificar un tema que, aunque ya se habla con más libertad, sigue siendo tabú en muchos contextos: el dolor menstrual. Señaló que si bien la mayoría de los casos son leves, cuando el dolor interfiere con la vida diaria es necesario consultar con un especialista.
Ahí entra en juego una patología muchas veces invisible: la endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a una de cada 10 mujeres en edad fértil. “La endometriosis puede causar infertilidad, dolor intenso durante la regla y dificultades en las relaciones sexuales. Es una enfermedad que impacta profundamente en la vida de las mujeres, y aún se diagnostica tarde”, explicó.
La menopausia: una etapa mal comprendida
Para muchas mujeres, la menopausia llega cuando su vida está en plena madurez profesional, social y personal. Sin embargo, el impacto hormonal que conlleva puede alterar significativamente el bienestar físico y emocional.
“Sofocos, sudoración nocturna, disminución de la libido, sequedad vaginal... todo esto puede tratarse”, recalcó Domingo. Habló también del miedo injustificado a la terapia hormonal sustitutiva (THS), que puede ser una gran aliada si se utiliza correctamente.
“En países anglosajones, la demanda de la THS por parte de las mujeres es altísima. Aquí todavía existe un miedo injustificado al cáncer. Pero hay tratamientos seguros y eficaces”, afirmó.
Ginecología y obstetricia: cuidar a la mujer toda la vida
Ambos profesionales coincidieron en que su especialidad médica no solo trata enfermedades, sino que acompaña a la mujer en todas las etapas de su vida, desde la adolescencia hasta la madurez. Y ese acompañamiento es clave en la prevención, la detección precoz y la educación para una vida más saludable.
Como reflexionó el doctor Domingo: “Aprovechamos cada visita para inculcar hábitos saludables, hacer revisiones, prevenir cánceres... Es una especialidad que trabaja en lo cotidiano y en lo trascendente al mismo tiempo”.
Conclusión: nuevos retos, nuevas respuestas
El cuidado de la salud reproductiva femenina atraviesa un momento de grandes transformaciones. La tardía maternidad, el aumento de las ETS, la visibilización de enfermedades silenciadas como la endometriosis y la medicalización de etapas naturales como la menopausia obligan a los profesionales y a la sociedad a repensar cómo acompañar a las mujeres en su salud.
La clave, según los especialistas, pasa por una atención médica cercana, actualizada y personalizada, que no solo se limite a lo físico, sino que integre lo emocional, lo hormonal y lo social. Porque, como quedó claro en este programa, la salud ginecológica no es solo una cuestión clínica, sino también cultural y humana.