Hacer la lista de la compra sin que nuestro bolsillo se resienta en exceso empieza a ser tarea complicada. La subida de los precios en el sector alimentación es más que considerable y a la desorbitada subida del aceite de oliva se le suma ahora el aumento del precio de una de las frutas por excelencia del invierno: el caqui.

Según han confirmado a COPE fuentes de la patronal agrícola, "el 90% del caqui que se consume en España está en Valencia y prácticamente el 80% del que se consume en Europa está en la Comunidad Valenciana". Unas cifras que influyen en la subida del precio de esta fruta por dos motivos: las fuertes precipitaciones y granizos que está sufriendo la Comunidad este mes de septiembre y el cambio climatológico que se está dando de manera generalizada.

Los agricultores valencianos están muy preocupados por la cosecha y "las elevadas pérdidas", ya que las la humedad del ambiente está aumentando mucho en la Comunidad Valenciana y este hace peligrar la maduración. Esta anomalía se está viendo en toda la ribera y las zonas productivas. "El color de los caquis está cambiando muy deprisa; se hacen blandos y como consecuencia de esto las pérdidas de producción están extendiéndose", relata Cristóbal Aguado, agricultor y presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores AVA-ASAJA.

Tal es el nivel de preocupación que los investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) están ya observando los árboles del caqui para ver qué hongo les está afectando a su producción a causa de los citados cambios en la climatología e investigar así posibles formas de paliarlo.

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AUMENTO DEL PRECIO EN EL SUPERMERCADO

Las pérdidas en la cosecha implican que el porcentaje de caquis que llegue a los supermercados será mucho menor y, por tanto, al haber menor oferta el precio será más elevado. "Lo que está claro es que el 90% del caqui de España está en Valencia y esto significa que si este año que hay mucha menor producción, indudablemente esa escasez de caquis hará que el consumidor pague mucho más, aunque el agricultor la verdad es que seguirá en pérdidas", sentencia en COPE, Aguado.

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LA NARANJA SE SALVA, DE MOMENTO

En palabras de propio Aguado, la naranja de momento se está salvado de las consecuencias de las lluvias torrenciales, puesto que "excepto algunas variedades más tempranas todo está bastante bien, incluso esta lluvia ha limpiado muy bien los árboles y más si escampa rápido y sale el sol que drenará el agua y no hará mucho daño".

El problema que destacan los agricultores valencianos es que "últimamente no llueve cuando se necesita o debe y la verdad es que muchas veces en momentos en que no toca llover, como en primavera, durante la floración, empieza a llover y así hemos perdido un 30% de la cosecha que tenía que haber".