Valencia Basket opta por cerrar el Roig Arena para recibir al Hapoel Tel Aviv

El Roig Arena vivirá su primer partido a puerta cerrada y no hace ni doce días que vivió su imponente bautismo baloncestístico ante el Virtus Bolonia con un ambiente inolvidable. Así lo ha decidido Valencia Basket. Después de muchos debates internos, el club ha seguido las indicaciones de la Delegación de Gobierno y ha imitado las posturas de otros clubes españoles (La Laguna Tenerife y Bàsquet Manresa) de recibir a un rival israelí a puerta cerrada. Así pues, el Hapoel Tel Aviv, el miércoles 20:30 horas, no sentirá la atmósfera que se genera en la nueva casa taronja.

La entidad valenciana había decidido no vender entradas para recibir a los israelíes, que sólo los abonados entrarán en el Roig Arena, los más de once mil. Pero el paso de los días y el miedo a algún incidente, inclinaron la balanza el martes. "Las recomendaciones que nosotros le hemos trasladado al club también van en la línea de que se celebre a puerta cerrada, pero en cualquier caso será la decisión del club, que creo que en las próximas horas, o a lo largo del día de hoy, o mañana por la mañana, tomar una decisión, porque es verdad que el primero es el día 14, ellos es el día 15, pues tienen un día más de margen con respecto a la primera ciudad donde se celebrará el partido en las Islas Canarias", explicó el lunes Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno. Así será.

El martes, a las 21 horas, La Laguna Tenerife recibe al  Bnei Herzliya israelí en la Champions, la tercera competición del baloncesto continental. El miércoles, 20:45 horas, el Hapoel Jerusalén de Jared Harper visita al Bàsquet Manresa. Ambos recintos, también estarán cerrados al público. Así lo anunciaron los clubes el domingo por la tarde.  Para el Roig Arena será una experiencia nueva. La Fonteta ya vivió choques así durante la época del COVID en 2020, incluso se albergó la fase final excepcional de la ACB, un formato extraordinario durante la pandemia, con 33 partidos entre el 17 y el 30 de junio de aquel año para olvidar. 

Esta vez es por motivos de seguridad, asociados a un club israelí, vínculo que a Valencia Basket le ha generado históricamente bastantes tensiones y desencuentros. La primera vez aún se paga, aquella en la que el club valenciano se negó a viajar a Tel Aviv en 2004 después de que la organización palestina Hamás anunciara una "venganza con centenares de muertos" tras el asesinato de su líder   Ahmed Yasin a manos del ejército israelí. La UEFA cambió escenarios de partidos de fútbol de sus competiciones, pero la Euroliga no consideró oportunos sus argumentos a pesar de la tensión que se vivía. El partido se perdió 0-20, pero el coste fue mayor, quedarse fuera del órgano rector y vivir, desde entonces, en una posición de debilidad.

En octubre de 2023, el Maccabi Tel Aviv visitó la Fonteta poco después de estallar la guerra entre el grupo yihadista Hamás y el estado de Israel. El partido estuvo rodeado de un dispositivo de seguridad inédito, más de 700 personas, y los miedos dejaron el pabellón casi vacío. Sólo 2.800 espectadores acudieron al pabellón.

El último incidente con un club israelí fue durante las semifinales de la Eurocup de la temporada pasada. En el segundo choque de la serie, los valencianos se quejaron de insultos y vejaciones por parte de los aficionados del Hapoel en Samokov, Bulgaria, donde jugaba de local el equipo de Itoudis. Después de unas quejas formales, el Valencia Basket optó por no vender entradas ese día y evitar tener presencia de seguidores israelíes, por el miedo a incidentes. Una vez más, un enfrentamiento ante un club de Israel modifica el día a día normal de Valencia Basket.