Valencia Basket
La tarde de un Valencia-Hapoel a puerta cerrada: disturbios, helicóptero y un Roig Arena blindado
Más de mil personas se han manifestado a las puertas del pabellón contra la presencia del equipo israelí. La tensión ha llegado a su pico más álgido al tiempo que el encuentro de Euroliga empezaba dentro sin público en las gradas

Agentes de Policia Nacional en una grada sin público
Valencia - Publicado el
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Este 15 de octubre de 2025 será recordado en la historia del baloncesto de nuestra ciudad. Y no precisamente de forma positiva. Valencia Basket y Hapoel Tel-Aviv han disputado esta noche el partido ante un Roig Arena totalmente vacío, sin publico las gradas. Fue la decisión que tomó el club toronja ante las recomendaciones de la Delegación del Gobierno. El motivo: la manifestación en defensa del pueblo palestino que tenía lugar a las puertas del pabellón a las 18.00h. Eran varias, pero han terminado uniéndose en una que superaba el millar de asistentes.
Una manifestación que ha terminado con mucha tensión. Tras algún ligero conato detenido por los agentes y un intento de cortar la Avenida Antonio Ferrandis, pasadas las 20.00h, han empezado los enfrentamientos entre policías y manifestantes. Hasta entonces transcurría con normalidad, pero en ese momento han empezado las carreras y el lanzamiento de petardos, contrarrestado por los cuerpos de seguridad del Estado con pelotas de goma. Una actuación que ha terminado dispersando la manifestación.

Manifestación a las puertas del Roig Arena
Más de 500 efectivos de la Policía Nacional han velado por la seguridad de la ciudadanía y los integrantes del Hapoel Tel-Aviv, que llegaban a las 18.15h sin problema alguno al pabellón, blindado a cal y canto por tierra y aire. Un helicóptero y drones, además de furgones, han acompañado al equipo israelí desde la otra punta de la ciudad para evitar cualquier tipo de contratiempo. Una escena similar a la que pudimos vivir en octubre en 2013 en La Fonteta, en aquel caso con un despliegue aún mayor por la alerta terrorista vigente, con hasta 700 efectivos, y medidas de seguridad más extremas para el acceso de los asistentes (escáneres como los del aeropuerto). En aquel caso el partido sí fue a puerta abierta, pero solo 2.800 decidieron acercarse al pabellón para el duelo ante Maccabi.
Hoy el espectacular Roig Arena ha cambiado su increíble acústica por un silencio sepulcral únicamente roto por el sonido de las zapatillas en el parqué, el silbato de los árbitros, las bocina del marcador, los gritos desde los banquillos y las voces de los periodistas que retransmitían el partido en su medio de comunicación.

Un Roig Arena blindado