DESPEDIDA SOL
In memoriam: Juan Cruz Sol (1947-2020)
En Deportes COPE hablamos con Darío Felman, Voro, Robert Fernández, Ricardo Arias y Poli Rincón para recordar la figura de Juan Cruz Sol

La fachada de Mestalla muestra a Sol entre sus leyendas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se ha marchado otra leyenda del valencianismo. Nos ha dejado una persona que trascendió al futbolista. Un tipo risueño, humilde, cercano y con un corazón inmenso. Un hombre elegante, generoso y bondadoso. Un ser humano formidable, de mano tendida y hombro preparado para ser arrimado. Para todo el mundo: ya fuera conocido o por conocer. Siempre una buena palabra, nunca un mal gesto. “Tenía todo lo bueno de un niño”, recuerdan en COPE sus más próximos en el club.

Sol ganó cuatro títulos con el Valencia CF
Como futbolista, marcó una época en el Valencia CF; también en el Real Madrid, que pagó 30 millones de pesetas por él. Aquí, en el club de su vida, ganó títulos tanto en sus inicios (debutó con 18 años) como en sus últimos años de carrera, donde regresó para aportar experiencia y sabiduría, en una retirada noble y honrada como él. Allí donde fue, dejó amigos que se convirtieron en hermanos para toda la vida. Con ellos, hemos querido rendir nuestro pequeño homenaje a un personaje histórico de nuestro fútbol y también de nuestras vidas. Juan Cruz Sol. Leyenda blanquinegra. El corazón de Mestalla. Descansa en paz, Juan. Te echaremos de menos, Loqui. Hasta siempre, amigo.
Darío Felman
“El perro azul marino, que le llama yo y le decía: no sé cómo jugaste a fútbol, sos muy buena persona, que normalmente no se da en nuestro ambiente futbolero. Era un tipo bonachón, que siempre estaba. Aparecía en el momento justo, cuando uno aflojaba tanto el futbolista como la persona. Te tendía la mano. Jamás existía el no. Siempre la posibilidad o el sí. Ayudaba a todo el mundo, estaba siempre. Como jugador lo disfruté muy poco, no jugaba mucho en su segunda etapa, pero siempre aportaba. Siempre una buena persona, con una sonrisa”.

Sol contra el Madrid
“Cuando él regresó al Valencia CF, aportó al equipo su sabiduría. Su hombría de bien. En su primer partido, que no jugó, salía al banco. Estábamos cerquita, vistiéndonos. Regresaba del Real Madrid, con dolores. Técnicamente no aportaba mucho, pero tenía físico, personalidad… como buen vasco era un ganador. Y nos estábamos cambiando para jugar, y saca un papelito. Y me dice: mira, Real Madrid deseándole suerte en su segunda etapa en el Valencia. Sacaba ese niño que llevaba dentro con tanta personalidad. Juan era un detallista. Te abrazaba y te decía: te quiero mucho. Esas cosas no existen. Él era así”.
“Era muy familiar. Cosechó muchas cosas. Era amigo de alemanes, argentinos, paraguayos… y nos juntábamos cada verano en Pinedo. La cita del año. Robert Fernández venía desde Barcelona para comer todos. Era una comida familiar. Estaba Pepito Vaello, Pepe Rico. Todos los años, disfrutando de una buena paella como decía el alemán (Rainer Bonhof). ¡Yo vengo a comer paella!”.
Salvador González ‘Voro’
“Día triste, había ido a peor. Es algo que siempre que llega, te sorprende igualmente. Tratándose de Juan, que lo conocí como ex jugador. Tengo amistad con él desde hace años y con su familia. Era un trozo de pan. Todo corazón, que no tenía un no para nadie. Imposible que tuviera un enemigo. Siempre para ayudar. Una persona que en cuanto hablas con él, detectas que ahí hay un corazón enorme. Lo veíamos cuando íbamos por los estadios, aeropuertos, hoteles. La gente le quería muchísimo”.

Jugó cuatro años en el Real Madrid
“Juan era una persona de apaciguar, no se enfadaba con nadie. Daba su punto de vista pero era muy respetuoso. Era imposible discutir con él. Estaba siempre ahí. En los últimos años, las heridas de guerra que le dejó el fútbol complicaban que se pudiera mover. Pero le ayudábamos. Te das cuenta escuchándole, de su dimensión. Cómo le quería la gente. Él siempre hablaba de su amigo Rainer (Bonhof). Era muy fácil ser amigo de Juan Sol”.
Robert Fernández
“Se nos va un pedazo de corazón. Juan era eso. Corazón, ilusión, ganas de hacer las cosas. Una persona con una gran bondad. Era un tipo entrañable. Hemos tenido la suerte de poder compartir muchísimas cosas con él: viajes, concentraciones… Su última etapa como delegado y después siempre hemos tenido la oportunidad de poder estar a nivel familiar en algunos actos. Se va una persona muy querida y respetada. Era una noticia que la estábamos esperando desde hace unos meses. Se había puesto bastante malito. Al final nadie quiere que esto llegue pero desgraciadamente el tiempo no lo puede parar nadie y se nos ha ido Juan. Espero que no haya sufrido mucho y estará ahí arriba con Españeta esperándonos. La vida tiene un comienzo y un final, pero su trayectoria ha sido ejemplar. Cariño y respeto hacia todos”.
“Nos reuníamos Pepe Rico, Ranier, Mario (Kempes), Tendillo, Darío (Felman), Sol, Pepito Vaello a comer una paella. Aprovechando que Rainer venía en verano y nos comíamos una buena paella. Había anécdotas del fútbol de antes, el que jugaban ellos y del mío. He vivido buenas anécdotas con él, difíciles algunas porque al equipo le costaba ganar. Pero Loqui arriba, Loqui abajo. Ese era su nombre porque a todos nos llamaba Loqui y nosotros al final también le llamábamos Loqui a él. Hay que quedarse con lo mucho y bueno. Una vez fuimos a Dinamarca por el 50 aniversario de Frank Arnesen, con el que trabajó en el Chelsea FC. Y Juan pasaba por el arco de metales en el aeropuerto y tuvo que pasar tres veces el control. Cómo voy a pasar yo el control si tengo más arreglos y chapas en mis rodillas. ¡Pitaba todo el rato! Cómo nos reímos. Juan era entrañable. Y cuando se ponía a cantar, era una fiesta. Bastante golpe es, que se vaya Juan para Paola y las nenas. Tenemos que quedarnos con lo bueno y le mando mi pésame y ánimos a toda la familia”.
Ricardo Arias
“No es un momento fácil para nosotros hablar de una persona como Juan. La noticia ha sido tan impactante, a pesar de que estábamos intentando hacernos a la idea, pero nunca lo puedes encajar. Como era como persona, como fue como jugador. Los grandes valores de Juan como persona son los que han hecho que se le quiera tanto. Fiel, amigo de sus amigos. Siempre recogiendo lo que ha sembrado. Una persona sensacional, un amigo de verdad y un espejo para todos nosotros. Cuando llegué con 19 años, estaba por encima de mí. Era un jugador muy admirado, respetado, muy honrado y con cariño y respeto hacia el Valencia CF. Duro, duro”.

Accediendo al césped en los actos del Centenario
“Los que hemos tenido el honor, la suerte y el privilegio de compartir estos últimos seis años, en Peñas, eventos, partidos de fútbol… seis años muy intensos. He aprendido mucho de él, por su actitud buena, espléndida. Con esa sonrisa. Era un tipo llano, sincero, amigo de sus amigos. Aguantaba las bromas como si fuera un novato. Era un ejemplo en el que mirarse. La pérdida va a ser muy dura. Se está añadiendo a ese equipazo que se está formando en el cielo, pero aquí nos va a dejar un vacío muy grande. Que sepa la gente que se le va a cuidar, que se le va a honrar como merece. Vamos a cuidar de su esposa y de sus hijas porque se lo merecía y se lo ha ganado”.
Poli Rincón
“Tuve la suerte de encontrármelo cuando subí al primer equipo (Real Madrid). El recuerdo que tengo es cómo era como persona. Fue para mí como un padre. Como me trató, como me acogió, como me cuidó. Con el paso del tiempo, se agrandó aquel recuerdo. Como futbolista fue una leyenda en ambos equipos. Pero como persona fue infinitamente superior. Yo tenía 20 añitos cuando le conocí. Tengo tal recuerdo de lo que hizo conmigo, a pesar de la distancia, nos fuimos juntos de vacaciones en Punta Cana y lo pasamos en grande. He ido ahora en casa a buscar una gorra que me regaló… (Rompe a llorar Poli)… Perdonadme, me está constando. Era una persona excepcional. Me ha dolido muchísimo”.
“Era muy elegante. La elegancia personificada. Si te tuvieras que parecer a alguien, sería a él. Tenía la palabra oportuna para el momento justo. Era cariñoso y yo aprendí tanto con él, con Pirri, con Benito… ¿Sabes lo que era vestirse con ellos? Te lo puedes imaginar. Juan, como persona, había que conocerlo. Con cinco minutos bastaba: respeto, educación, saber estar… Mando mi más sincero cariño a su mujer y sus hijas. Nos ha dejado un gran recuerdo, como la gran leyenda que es”.