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Jaume: "Mi hijo va diciendo por ahí: mi papá ganó una Copa"
Después de anunciar su retirada, el de Almenara repasa en COPE su trayectoria deportiva y sus intensos años en el Valencia CF donde fue capitán y levantó el título de Copa del Rey ante el Barça de Messi

Jaume Doménech en los estudios de COPE Valencia
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Jaume Domenech tomó hace unos días, una de las decisiones más importantes de su vida, colgar los guantes. Decir adiós al fútbol, su pasión. Se veía en forma y quería seguir. Estaba preparado para nuevos retos después de diez años en el Valencia CF. Pero la enfermedad de su hija le obliga a parar. A dedicarse plenamente a su familia y con el convencimiento pleno de haber tomado la decisión correcta, afronta su nueva vida, una etapa que vivirá con la intensidad con la que ha vivido su valencianismo llegando a cumplir el sueño de cualquier niño: ser capitán de tu equipo de siempre. De carácter indomable, ha sido pieza fundamental en un Valencia de tinieblas. Junto Gayà, le ha tocado lidiar con uno de los momentos más complicados deportivamente de la historia del club. Ese tándem funcionaba y el vestuario, lleno de jovenes imberbes, tuvo en ellos a sus líderes para salir de una situación que les acercaba al abismo deportivo. Ahora Jaume repasa en Deportes COPE Valencia, su trayectoria y su intensa década como jugador valencianista.
¿Te acuerdas del momento exacto en el que te sientas con tu mujer, con Andrea y con tus hijos, con Jaume y con Valentina, y les dices, papá, cuelga los guantes?
Sí, me acuerdo perfectamente. Se me ponen los pelos de punta porque, al principio, Jaume se lo tomó un poco mal, pero luego enseguida dijo, bueno, papá, así podrás venir a verme a entrenar y estar en casa todos los días. Entonces, fue también bonito, fue bonito, pero cuando las cosas vienen como vienen en mi cabeza ya empezaba la duda, y cuando ya ves dudas, con mi mentalidad ya no puedes ir a por un desafío, un reto con dudas. Entonces, lo vi claro.
En algún momento tu mujer, has hablado de tu hijo Jaume, que será un apasionado de esto y de ver a papá en una portería, en el campo, en directo, o por la tele, en los partidos a domicilio, llegar al cole y decir que mi papá es portero del Valencia, o tu familia, tus seres queridos, tus amigos, ¿te intentaron convencer? Yo entiendo que es una decisión que ahora profundizaremos en ella, que ya la has contado, pero quiero que los oyentes de COPE la escuchen en profundidad y al detalle, pero, ¿en algún momento alguien de los que te importan te dijo, tira para adelante e intenta seguir, que lo llevas en la sangre y que estás en una edad todavía para competir?
Sí, sobre todo mi mujer. Sobre todo mi mujer porque me conoce, sabe todo el camino hasta llegar aquí y sabe que yo en los últimos años he hecho una labor en la que me siento súper satisfecho y valorado, pero no he podido disfrutar del Verde. Sabe todo lo que he trabajado, todo lo que hemos invertido en trabajo fuera, por las tardes, con preparador, para prepararme para tener una o dos temporadas de estar en el verde. Teníamos equipo para hacerlo, con todas las condiciones que uno puede desear, buen estadio, buena afición, bien económicamente, lo único que era irme fuera y ellos no me podían acompañar. Ella me decía, yo me quedo, yo puedo con todo, tú te vas, que llevas toda la vida trabajando y te mereces acabar así.Y en algún momento se me pasaba por la cabeza, pero pensaba en que no los tendría en el día a día, en la situación que tenemos con mi hija y el no poder estar ahí en el día a día y enseguida sentía pánico. No tuve que pensarlo mucho, pero sí que mi padre y mi mujer me tiraban un poco por ahí.

Jaume en COPE con Hugo Ballester
El niño de Almenara que se puso unos guantes por primera vez y que tuvo una trayectoria en el fútbol semiprofesional hasta que llega a Huracán Valencia de la mano de Nico Estevez y que sueña con jugar en el fútbol profesional en segunda división, que no lo consigue y que lo ficha el Valencia-Mestalla, ¿soñaba con ser capitán del primer equipo del Valencia?
Yo soy un soñador toda la vida y pienso que una de las cosas por las que he podido cumplir mis sueños es por ser tan soñador e ir en contra un poco del mundo, porque sí que es verdad que mi carrera, el que la conoce, sabe que no ha sido fácil, siempre he tenido obstáculos, pero es mi ADN, mi vida es así y entonces la entiendo y la acepto y entonces me hace ir en contra de ello, luchar, no rendirme. Pero soñar, yo soñaba jugar en primera división, ojalá ponerme la camiseta de Valencia, pero llegar a soñar ganar un título y ser capitán del Valencia, ni en mis mejores sueños. Ha dicho Xaume, para el que no conozca mi carrera, bueno, aquí está Iván Herray, también Fermín Rodríguez, acompañándonos en esta entrevista, que va a hacer la fotografía para los que todavía no sepan con quién estamos hablando, que serán muy pocos oyentes de la cadena de ACOPE, pero que también les invitamos a que escuchen este tipo de entrevistas a corazón abierto, pues que conozcan un poco la trayectoria del bueno de Xaume, Iván.
¿Quién te lleva por primera vez a entrenar, y por qué de portero?
Pues la primera vez que me lleva a entrenar es mi abuelo, mi abuelo paterno, también Xaume Domenech. Y me llevan como jugador, pero a mí no me digas por qué siempre me gustó ser portero, entonces me empecé a poner, tengo una anécdota, no sé si a lo mejor os la he contado alguna vez, pero me quería poner de portero, y claro, el campo de almenar era de tierra. Mi abuelo me llevaba en la moto, tenía un cajón detrás de una Derby Variant, que la tenemos ahí por lo que significa, la tenemos guardada, y me llevaba ahí detrás, imagínate hoy en día eso, que es imposible, y me llevaba ahí, me recogía de la escuela y me llevaba.
Me acuerdo, ese recuerdo lo tengo ahí, y me llevaba a entrenar. ¿Qué años tenías? Ahí tenía, no tenía 5 todavía, me dejaron ir un poquito antes, ahí porque mi abuelo conocía a Forment, ¿vale? Sí, sí, hombre, histórico. Y yo lo quiero mucho, y me dejó ir un poquito antes y tal, y claro, yo me quería poner de portero, el campo de tierra, los balones esos que, no sé, no me acuerdo cuáles eran, pero eso era… yo ya quería ser portero, sí, e intento ponerme de portero y tal, lo que pasa es que me hacía polvo las manos.
Entonces, yo recuerdo que mi padre y mi madre no querían que fuera portero, no sé por qué, pero no querían que fuera portero. Entonces, no me compraban guantes, entonces yo me hacía polvo las manos, hasta que un día, mi padre era un amante de la bici, y tenía unos guantes de ciclista en casa, imagínate yo las manitas que tenía, y bueno, él no salía todos los días, entonces yo empecé a poner, a llevarme los guantes de ciclista de mi padre, que me sobraban por todos lados, lo que pasa es que como son cortados… No cubren el dedo completo, pero a ti sí. Claro, y yo empecé así a ponérmelos y tal, hasta que, pues desde la escuela de almenar le dijeron, mira que lo hace bien de portero, que comprarle unos guantes, y bueno, ellos en principio no querían porque, como los niños, siempre son más crueles, te meten goles y tal, un poco pues para que me lo pasara bien en vez de tal, pero yo siempre tuve ese amor platónico con la portería.
Imagino que te llame la cantera del Villarreal, es el primer momento en el que la cosa se pone seria, ¿con cuántos años te vas?
A los ocho, ya muy pequeñito, el fútbol siempre ha sido como mi prioridad. Sí que me obligaban, obviamente, a estudiar, y llegué hasta segundo de bachiller sin repetir ningún curso, y nada, porque me obligaban, era como esto para tener los estudios, para poder ir al fútbol, pero mi madre hacía un sacrificio muy grande ya, porque desde los ocho años me llevaba a Villarreal, tres veces a entrenar más el partido, o sea, imagínate. Los sacrificios de los seres queridos para que, como tú dices, como buen soñador, puedas cumplir tus sueños.
¿Cuántos años estás en la escuela del Villarreal? ¿Qué tal tu evolución allí? Es decir, desde los ocho años hasta juveniles, es toda una carrera, es toda una trayectoria formándote en una gran escuela como es la del Villarreal, y entiendo que compartiendo además vestuario con gente que seguramente alguno haya podido llegar.
Llegué con diez años. Hay algunos jugadores, compartí con Moi Gómez, que hoy en día está en el Osasuna, un delantero que se llama José Luis Moreno, que jugó en segunda muchos años, ahora está retirado. Hay jugadores que tenían talento y se han quedado por el camino. Muchos, ostras, yo flipo.

Un capitán con carácter
¿Algún compañero de vestuario que digas muy buen amigo, buen futbolista y ahora está currando, ganándose la vida en lo que puede?
Pues tengo un amigo que se llama Pepe Palau, por ejemplo, que es de IBI, que jugó también en el Valencia y en el Barcelona, y también en el Villarreal. Tuvo un par de lesiones de rodilla y ahora tiene una empresa y se dedica a otras cosas porque no ha podido llegar. Tengo otro amigo que se llama Christian Galas, de la Vall d'Uxó, muy vecino mío, al lado de mi pueblo. internacional titular con la selección, creo que incluso la sub-19, si no me equivoco, y tampoco ha jugado en segunda B, pero ya se lo ha dejado porque no caben todos en la élite, es que hay muy pocas plazas. Entonces, cuando alguien me dice que es muy bueno, yo le digo, ¿pero cómo tiene la cabeza y lo preparado que está para sufrir? Porque hay que sufrir mucho para poder estar allá arriba, estar preparado para ver que no te dan la oportunidad y tú todos los días tienes que dar el máximo para cuando te llegue ese minuto, esos 10 minutos, esos 15 segundos que te den la oportunidad, digan, ostras, es que este es el que necesitamos. El fútbol, la élite es así, no puedes hacerla de otra manera.
Muchas veces la gente dice, no, es que con lo que gana este yo también haría esto. Error, error, nunca vas a conseguir nada así. Antes de poder llegar a cobrar lo que ha hecho este, tiene que hacer muchas cosas abajo, muchas, muchas, muchas, y acumular mucho trabajo, muchas decepciones, mucho sacrificio.
Después de Villarreal de una trayectoria tan importante de casi una década, te tienes que ir, te tienes que marchar. Ahí te entró el vértigo de decir, me he quedado a las puertas, porque te vas al Palo, a tercera división.
Con 19 años es un verano complicado. Es un cambio que además te marca el camino vital y profesional. Yo tenía un agente en esa época y, bueno, me dijo que teníamos cerrado con el mayor KB para ir allí y pasaban las semanas, pasaban las semanas y no llegaba al acuerdo. Entonces yo, pues tuvimos una pequeña discusión, me quedé como vendido, por decirlo de alguna manera, sin nada.
Y me llamaron de allí del Palo, creo que era un constructor, diciéndome que querían hacer un equipo para subir, que habían fichado un delantero vasco, tal, y que querían un portero fuerte para subir y tal. Yo no tenía nada, entonces dije, ¿por qué no probar? Y la verdad que fue una experiencia muy buena. De hecho, el equipo subió, yo jugué bien, hice muy buenos partidos, hice muy buenos amigos allí, y es cuando en Navidad Nico Estevez me llama, me recluta, me dice, necesitamos un portero, tal, el equipo está para subir, y nada, y fui para allá, y lo demás ya ahí empieza... Lo demás es historia.
Es muy importante la figura entonces de Nico Estevez, porque además eso marca, en cualquier momento de la vida y para cualquier profesional, el que haya alguien que te llame un diciembre cualquiera, estando tú a tantos kilómetros de casa, tratando de perseguir ese sueño que te lleva a tercera división y que te recluta para un proyecto que en aquel momento era ilusionante, como Huracán Valencia en segunda B, y no solo te recluta para eso, sino que Nico Estevez se marcha a la Academia del Valencia, al filial Valencia Mestalla, y tira de ti para que seas su guardián bajo palos.
Hablando de entrenadores, tengo aquí una larga lista de los entrenadores que has tenido en el primer equipo. Bueno, desde tu llegada a la Academia del Valencia con Nico Estevez, pero Nuno, Boro, Neville, Ayestarán, Marcelino, Celades, Gracia, Bordalás, Gattuso, Baraja, Corberán.
Con DJukic y Pizzi, 16 veces fui convocado, no sé si 6 con uno, 10 con otro y luego debuto con Nuno. Es más, en la derrota de Basilea, que luego hicimos la remontada, yo estoy en el banquillo con Pizzi.
Fue un partido que marcó un poco a la generación que venía de sufrir mucho los últimos años con el Valencia. Totalmente. Ese partido fue el que engancha mucho otra vez, porque ese 5-0 en casa contra el Basilea, que luego también se junta con la mayor desgracia posiblemente del siglo XXI y de las nuevas generaciones, como es la eliminación con el Sevilla en casa con el gol de enviado.
Viene todo de la mano porque yo creo que fue también dramático. Te he dado la lista porque antes hablabas de que no puedes escaquearte, que no puedes esquivar a la exigencia, a la obligación, que al final hoy hay tantos detectores que salta la mentira del que no da el 100% o el 120%. De esta larga lista de entrenadores que has tenido, podrías subrayarme... No es quien ha sido el más profesional, pero sí el que en cuanto a esa combinación de exigencia, competitividad, exprimirte al máximo, sacar tu mejor versión, la tuya y la de tus compañeros.
Con Marcelino te llega la capitanía
El míster, días de pretemporada, analiza un poco la situación y me llaman al despacho, Marce y Dani, los dos, y me dicen... ¿Y tú qué he hecho? Yo sí, yo estaba un poco... No sabías nada, ¿no? Yo llevaba dos años en el primer equipo, además Dani, que yo digo me podías haber avisado antes o algo, me dijo que hemos pensado que serías el perfil adecuado por tu manera de ser, por tu día a día, para ser capitán de Valencia. Y ahí empecé y he estado siete años de capitán. ¿Qué haces ahí en casa? O sea, llamas... Yo creo que con lo emocional que eres tú... Es que se me nota, a mí se me nota mucho enseguida.
Yo enseguida sí, sí, tranquilo, tal, vamos a full... Y ya luego, pues nervioso. Yo enseguida quería salir, llamar a mi madre, a mi mujer, a todo el mundo para contárselo. Pero bueno, la verdad que... Ostras, recuerdo ese día con mucha emoción. La verdad que fue muy bonito.

La Copa, un recuerdo imborrable
El día perfecto, la final de Copa de Sevillla. ¿Cuántas veces lo has visto?
¿Entera? O sea, ¿entera varias veces, quiero decir? O ya pasa si buscas, aquí paro, aquí vuelvo a parar. El partido entero lo he visto un par de veces.
Se lo habrás puesto a Jaume Junior.
Él está loco con lo de la copa, le dice a todo el mundo. Vamos por ahí, le dice, mi papá gana una copa. Yo le digo, ¿que eso no se dice? Y me dice, no, sí, sí que se dice. Él está loco, a él le encanta que le ponga… Hay un resumen en YouTube, bueno, larguito, y a él le encanta verlo. Pero ¿sabes dónde lo he visto muchas veces? En Paterna, en la ciudad deportiva. Tenemos teles en el gimnasio y en el fisio. Y ahí lo hemos puesto mil veces. Lo hemos puesto mil veces.
Tanto Gayá, como yo, para que también los compañeros vean… Los fisios que estaban también en ese momento, porque siguen los mismos la mayoría, lo ponemos y la gente, los jugadores, los compañeros, los técnicos que han visto, ven que hemos sido capaces, que se puede, que se puede. Así que es verdad que necesitas, como te digo, dar el 100%, que el rendimiento en ese día te dé al 100% de cada jugador, porque si no, no le ganas al Barça. Es imposible.
Marcelino, hablabas antes de él, te fue fiel hasta el final, nunca mejor dicho, porque a veces muchos entrenadores deciden que el segundo portero, la Copa, y Liga y competición europea para el portero titular. Pero cuando llega la hora de la verdad, la final hace que cambien de opinión. Marcelino, ¿no? Marcelino, os cargáis al Betis y Marcelino decide que la final sigue siendo, ya que enfrente está el Barça de Messi y compañía para Jaume Domènech.
Desde el primer momento que jugamos la Copa. Me dijo él, la Copa la vas a jugar tú. Y si sigues entrenando así, me dijo, cada cinco o seis partidos, en Liga te voy a poner un partido. Y ahí tienen los datos. Yo jugué cuatro o cinco partidos de Liga y jugaba la Copa. En ese momento la Copa era ida y vuelta. Y me dijo que no iba a cambiar. Y él recibió presión de la prensa porque yo fallo contra el Getafe. No sé si os acordáis, en el primer minuto, un gol de Molina.
¿Cómo fue Mestalla ese día?
Es que flipé, tío. Yo no quería… Cuando pensaba en lo de retirarme… Yo creo que he visto más veces ese partido que la final de Copa. Eso es una locura. es una locura. Y tú sabes… Yo ahora me enfrento a un desafío nuevo de vida. Dejar el fútbol es no volver a vivir esa adrenalina.
Estoy seguro que me da igual lo que haga en la vida. Lo que yo sentí es que es imposible de sentir. Como aficionado, vibrarías. Pero imagínate si eres del equipo y estás jugando. Es una locura. Yo cuando se lo intento transmitir a mis amigos, en familia, les digo que la bici no es adrenalina. Tú no sabes lo que es la adrenalina, tío. La adrenalina no sabes lo que es. De pensarlo todavía me pongo… Es increíble, tío.

Su despedida de Mestalla
Cuelgas los guantes por Valentina.
Ella nace con un tema crónico en el que, bueno, pues... hemos pasado momentos difíciles, pero la evolución ha sido buena. Entonces, como te comentaba antes, los últimos dos años he tenido lesiones, no he competido lo que a uno le gusta competir en el verde. ¿Vale? Entonces, como la evolución era buena y estaba la cosa estable, pues, a nivel familiar, habíamos tomado la decisión con los intereses que había, llegando al verano, pesando bien, estudiando bien las zonas donde podíamos ir.
Habíamos decidido vivir una experiencia fuera de casa. En el extranjero. Sí, en la que yo pudiera competir, en la que ellos tuvieran también una buena calidad de vida y todos estuviéramos contentos.
Pero, pues, durante el mercado, cuando además ya teníamos la decisión tomada, los billetes de vuelo enviados y tal, pues surge una complicación puntual en la que mi familia no podría acompañarme en esta experiencia. Entonces, para mí ya carece de motivación el vivir esa experiencia, porque yo soy un tío muy familiar, me encanta estar con mis hijos, con mi gente... ¿Sigues en el pueblo? Sigo en el pueblo en el que nací, me hice ahí la casa, estoy ahí encantado. Y entonces, pues, decidimos que lo mejor es que me quede.
Sí que es verdad que mi mujer me dice en todo momento que me vaya solo, que viva la experiencia, que yo vendré cuando se pueda, que ellos vendrán, pero yo no lo veo. Además, pues, como te decía, hay que pasar por unos procesos también ahora y yo quiero estar cerca de ellos, ¿sabes? Voy a seguir vinculado al mundo del fútbol con la misma pasión, pero lo único es que quiero que mi residencia sea Valencia.
Tú te retiras hoy, pero el último lustro, los últimos cinco años, ha sido futbolista profesional del Valencia Club de Fútbol. Además, en una etapa, además, convulsa, muy complicada, que tú venías con la cabeza en una cosa y cuando entrabas en el vestuario, eras uno de los capitanes y tenías que tenerla en otra. No sé si utilizar la expresión de que han sido cinco años tremendamente duros para ti.
Pues, cuando estaba viviéndolo, o sea, cuando estaba en el día a día, no lo pensaba. O sea, digo, tengo que tirar, tengo que tirar... Y encima, como que quería más, ¿eh? Decía, no estoy jugando, tengo que apretar más. A lo mejor hablaba con un preparador físico y entrenaba un poco más por la tarde, cuando pudiera.
Si salía una máquina de recuperación más rápida, me la compraba, porque quería más. O sea, siempre he tenido esa mentalidad y en ese momento no lo pienso. Ahora, que como hablábamos... Con la perspectiva del tiempo.
Sí, digo, ostras, ole los dos, porque ole, como te he comentado antes, Andrea, mi mujer, que es que... Yo es que no me he comido nada, comparado con lo cacho de ella. Si no tienes una heroína como ella al lado, es imposible que estos cinco años de tu carrera profesional y personal hubieran salido como han salido. Es imposible.
Tiene que estar ella... Y te digo que he faltado un día a entrenar solo, ¿eh? He faltado un día a entrenar. Y no se ha hecho nada público, porque no le hemos dado pie a que se hiciera público, porque lo hemos ido sacando con la familia. También mi suegra, mi madre, los padres han estado ahí con Jaume, porque yo tenía que viajar...
Ya para acabar, el presente... ¿Cuánto te dolió el 6-0?
Ostras, me dolió y me sorprendió. Me dolió y me sorprendió porque... El 3-0 de Getafe, vi una solidez defensiva, vi una efectividad arriba que me gusta, que somos el Valencia, un equipo sólido atrás históricamente, que es lo que nos ha ido bien, aguerrido, disciplinado tácticamente y que arriba, cuando llega, muerde. Valencia, para mí, que ha conseguido cosas, es ese. trabaja muy bien la táctica, es súper minucioso. Entonces, otra vez que el Barcelona nos superara así, pues me duele mucho. Tú estuviste en el 7-1 y en el 0-5 y con Corberán en el banquillo.
El club no deja muy claro el mensaje. ¿A vosotros en el vestuario se os dice abiertamente el objetivo?
A ver, yo sí que he sabido en etapas que el equipo tenía que entrar en Champions como capitán. cuando estaba... Recuerdo una reunión con Mateu y con Marcelino y con los capitanes que se decía, hemos entrado en Champions, vamos a intentar mantener el equipo, no se va a vender, esta es nuestra idea. Pero también he tenido muchos momentos en los que empiezas, sabes lo que es el Valencia, sabes que no puedes estar abajo, pero no te dicen el objetivo es entrar en Champions. Yo te puedo venir y decir este año el objetivo es entrar en Champions, pero no va a ser real.
Para mí no es real, ¿me entiendes? Tiene que ser mejorar lo del año pasado. Pero yo no he estado este año. Creo que el míster también tiene más peso este año.
¿Y cuál le pondrías? Desde fuera.
Yo le pondría mejorar lo del año pasado. No sé si pelear por Europa a día de hoy. Obviamente creo que hablar de Europa igual es ojalá, ojalá, pero lo veo un poco acelerado. Creo que se debe hacer una progresión más lenta y saber de dónde venimos y sobre todo que estos jugadores que tenemos que han renovado, estos jugadores que tenemos asentarlos, que sean las señas de identidad del equipo, que uno sea un parejo como teníamos antes. Un poco eso en cada línea, que se vayan asentando haciéndose fuertes, ADN Valencia y podamos a partir de esa estructura que lo demás crezca y obviamente en un año o dos volver a pelear por Europa.