Llegó a València de su Elgoibar (Guipúzcoa) natal con los 16 años recien cumplidos gracias a la insistencia de Carlos Iturraspe que trabajaba en la zona norte de España como ojeador che. En esa época Juan Cruz Sol aún no se había decantado por uno de los dos deportes que practicaba con bastante destreza: el fútbol y la pelota vasca.

Sin ser mayor de edad, tal y como refleja Ciberche debutó con el primer equipo che. Fue el 4 de septiembre de 1965 contra el Sevilla como interior derecho. Con Mundo como entrenador se afianzó en el equipo titular, retrasando su posición a la de lateral derecho, lo que le valió para debutar con la selección española que dirigía Kubala en 1970 frente a Alemania en el Sánchez Pizjuán.

Pocos años después, en 1975, el Real Madrid se lanzó en tromba a por él y, pese a sus dudas inciales, se cerró el acuerdo con Santiago Bernabéu como presidente merengue, por un precio cercano a los 30 millones de pesetas. Allí estuvo cuatro temporadas y regresó a Mestalla en 1980, para retirarse un año después y fijar su residencia en València para siempre.

Más de 300 partidos oficiales, 15 goles marcados pese a ser defensa y cuatro títulos (una Liga, una Copa, una Recopa y una Supercopa) adornan un palmarés que ha convertido a Juan Cruz Sol en un icono por los siglos de los siglos.

El bueno de Sol, que a todo el mundo llamaba "Loqui" y a todos les regalaba una eterna sonrisa, también fue delegado del primer equipo hasta que un error con el número de extracomunitarios en un partido de Copa en Novelda en 2001 le costó el cargo. Desde 2013 pasó a formar parte del Consejo de Administración del club hasta convertirse en el único enlace real de Meriton con el Cap i Casal y para siempre su rostro lucirá en la fachada principal de Mestalla como lo que es: una leyenda. Descansa en paz, Loqui.