Costó más de lo que esperaban, pero han vuelto. Y no hablo únicamente de esta temporada, donde tras pelear y coquetar durante mucho tiempo con el liderato lo cedieron ante el Andorra, sino de varios de estos últimos años.

Y es que, después de dejar la Segunda División la temporada 2011-12 de manera "injusta" (abandonaron la categoría todo y quedar duodécimos por el descenso del primer equipo), estos 10 años ha habido muchos tiros al palo que se iban fuera. Hasta 3 promociones de ascenso se disputaron, las temporadas 2015-16, 2017-18 y 2018-19 en las que no se logró el objetivo. En las siguientes, se sumó una permanencia sin mucho apuro.

Pero este año pintaba diferente. Con un entrenador como Miguel Álvarez más que asentado en el filial y una generación con muy buena pinta para el futuro, liderada por hombre como el retornado Sergio Lozano, el capitán Dela desde el centro de la zaga, el explosivo Arana o una curiosa dupla de futuro y muy interesantes bajo palos con Íker Álvarez y Jörgensen, los groguets han ido haciendo camino para acabar celebrando el ascenso logrado en Balaídos gracias al doblete de otra de las perlas del equipo, y que ya ha jugado varios encuentros a las órdenes de Emery como es Jackson.

De esta manera, el Villarreal volverá a contar con 2 equipos en las ligas profesionales de fútbol, como se vivió en el ciclo entre 2009 y 2012, y que sirvió para que crecieran, explotaran y dieran el salto a la élite hombres como Mario, Marco Ruben, Musacchio, Jaume Costa, Trigueros o Hernán Pérez entre otros.

Un paso que ahora se esperan que puedan dar muchos más hombres.