De esta manera, y con sólo los votos favorables del Acord de Fadrell, al abstenerse el resto de partidos políticos, se da luz verde a solicitar el cambio del festivo del 8 de marzo al 10 de septiembre, coincidiendo con el aniversario de la capital de la Plana.

El debate en el pleno, eso sí, ha ido más en las formas que en el fondo. Y es que los grupos políticos han mostrado su malestar por la forma de actuación desde que el 14 de enero se suspendieran las fiestas hasta la aprobación del día de hoy.

Es el caso de Ciudadanos, que ha lamentado el despropósito generado y la falta de actuación por parte del equipo de gobierno hasta las palabras de Ximo Puig, tal como ha indicado su portavoz, Alejandro Marín-Buck.

También desde el equipo de gobierno han mostrado cierto malestar. Ha sido el caso del encargado de defender esta cuestión, el edil de Educación desde Compromís Francesc Mezquita, que todo y sustentar este cambio en cuestiones de índole sanitaria sí ha criticado veladamente que las recomendaciones llegadas desde el Consell no fueran más allá de las palabras, con por ejemplo su publicación en el DOGV, así como ha apuntado que el claro retraso ha generado insatisfacción en muchas de las partes de afectadas. Incluso ha defendido a la comunidad educativa, reforzando la idea que los centros no pueden ser “una guardería a full-time”.

Eso si, las críticas más duras han llegado a cargo del portavoz del PP Vicent Sales. Un Sales que ha comenzado tachando de cobarde a Amparo Marco y el propio Mezquita (lo que ha valido la solicitud del socialista David Donate para que retirara dichas palabras) a lo que ha continuado describiendo el pleno como “el más vergonzoso en el que he estado desde que soy concejal” y que ha finalizado pidiendo la reprobación tanto de la alcaldesa como del edil de Educación por “cobardía y pachorra”. Y es que ha lamentado el popular que con la falta de actuación “se han cargado la cordial relación que habían mostrado durante la pandemia la escuela y la familia”.

Ante todo ello, y tras la votación, ha sido el turno de Marco, que en un tono más enfadado de lo habitual ha mostrado su malestar por las acusaciones de Sales, y tras enumerar lo ocurrido desde el 14 de enero, y remarcando que las decisiones las debe de tomar la Generalitat, ha concluido recordando que la decisión dura la toma por el bien de la salud.

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Ahora, el consistorio remitirá el acuerdo plenario a la dirección general de Trabajo, dependiente de la Conselleria de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, a fin de que tome una decisión.