Le deja dinero a su amiga que conoció por redes sociales y se queda de piedra por cómo la pilló: "No le faltaba nunca de nada"
Una joven tiktoker relata cómo descubrió que los préstamos que hacía a una amiga para comer se destinaban a un ordenador de Apple y muebles de diseño
María Murcia, en el vídeo
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La historia de una amistad truncada por el engaño se ha vuelto viral. La tiktoker @_mariamurcia ha relatado en un vídeo cómo una amiga que conoció a través de redes sociales le pedía dinero recurrentemente para comer, pero acabó descubriendo que lo utilizaba para comprarse un ordenador de Apple y muebles. La historia, que ha generado un intenso debate, ha sido relatada por la propia protagonista en su cuenta de TikTok.
Una amistad forjada en la red
Todo comenzó hace un año, cuando la creadora de contenido María Murcia empezó a seguir a una chica que publicaba sobre salud mental, explicando su proceso para superar traumas infantiles. Tras intercambiar mensajes de apoyo, forjaron una amistad a distancia. "Al final nos respondimos alguna stories, empezamos a hablar y nos hicimos amigas", explica. La confianza creció rápidamente, hasta el punto de que la otra joven le confesó "problemas muy fuertes", lo que llevó a María a pensar que "se nota que necesita muchísima ayuda, no solo física, sino también psicológica".
Las videollamadas y conversaciones se hicieron frecuentes, pero la relación dio un giro cuando la amiga empezó a pedirle dinero. Según relata María, este comportamiento se volvió "muy recurrente". La estrategia era siempre la misma: "Desaparecer durante tres semanas [...] y aparecer llorando que necesitaba dinero", justificándolo con supuestos ataques de ansiedad que la dejaban postrada en la cama.
“En vez de sentirse valorados, muchos convierten el salario en una condena”
Las primeras sospechas
Pese a la empatía inicial, María empezó a detectar inconsistencias. La amiga le pedía dinero y, poco después, en una videollamada, le enseñaba compras del Primark. Eran "esos gastos que haces cuando estás triste", pero que deben hacerse "con cabeza". La situación era contradictoria, pues aunque devolvía el dinero a final de mes, la excusa para pedirlo era siempre la falta de recursos para lo más básico. Este tipo de engaños, donde la confianza es la principal herramienta, subraya la importancia de estar alerta, ya que a veces una palabra clave te puede salvar de sufrir una estafa.
La tiktoker se percató de que, en realidad, a su amiga "no le faltaba nunca de nada". Tenía "su portátil, su ordenador, un montón de libros, un montón de maquillaje", pero, "qué casualidad, dinero para comer, nunca tenía". La situación escaló hasta el punto de que, si no respondía a sus peticiones al momento, la joven "empezaba a acosarme para que le mandara dinero".
La gota que colmó el vaso
Un punto de inflexión llegó cuando, unos días antes de un evento en Madrid al que ambas planeaban asistir, la amiga volvió a pedirle un Bizum. María se lo envió, a pesar de que le extrañó, ya que recientemente le había contado que había cobrado dinero. La sorpresa fue mayúscula cuando, días antes del viaje, vio cómo su amiga publicaba "un vídeo haciendo un unboxing porque se había comprado un ordenador de Apple y unos muebles del IKEA". En ese momento, confiesa, se le quedó "la cara de payaso".
El patrón de engaño recuerda a otros timos que proliferan en la red, como la conocida estafa de los 'likes' y el dinero fácil, donde se explota la confianza o la necesidad para obtener un beneficio.
Me he tenido que enterar porque has subido un vídeo a redes sociales"
La joven estafada
Al ser confrontada, la joven reaccionó a la defensiva y con evasivas. María le recriminó la falta de honestidad: "Yo no te puedo estar dejando dinero, que se supone que te lo estás gastando en comida, pero luego resulta que no y no has tenido ni el poco respeto en decírmelo. Me he tenido que enterar porque has subido un vídeo a redes sociales". La amiga, en lugar de dar explicaciones, cambió de tema y se escudó en su supuesta fragilidad emocional, amenazando con un ataque de ansiedad.
La tiktoker concluye que su amiga no buscaba una amistad real, sino "una persona que le lamiera el culo en todo momento y que le aplaudiera los errores". A pesar de que la joven se defendió con un escueto "solo te puedo decir que estoy trabajando en mí, no te puedo decir nada más", María ha decidido poner distancia, dándose cuenta del "nivel de manipulación que ella ejercía sobre mí". La historia, además, parece no haber terminado, ya que la influencer ha prometido una segunda parte para contar lo que sucedió en el evento de Madrid.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.