Caterina de Francisco alerta: ‘Los niños imitan retos virales sin miedo al peligro’ tras incidente en Dénia
La delegada de Participación Ciudadana en la comisaría de la Policía Nacional de Dénia asegura que los niños imitan estos retos porque, no solo sienten curiosidad, sino que en ocasiones también actúan por presión de grupo o necesidad de aceptación

Entrevista con Caterina de Francisco, delegada de Participación Ciudadana en la comisaria de la Policía Nacional de Dénia
Denia - Publicado el
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Dénia vive un nuevo aviso sobre los peligros de los retos virales en redes sociales. Un niño de once años perdió el conocimiento tras sufrir la peligrosa maniobra del “mataleón”, un juego que se ha popularizado entre menores a través de TikTok.
Lo que algunos consideran un simple juego, en realidad podría haber terminado en tragedia, y pone de relieve la creciente exposición de los niños y adolescentes a conductas de riesgo en Internet.
En COPE Dénia Marina Alta hemos hablado con Caterina de Francisco, delegada de Participación Ciudadana en la comisaría de la Policía Nacional de Dénia. Según explica, los menores “tienen una gran falta de percepción del riesgo, sienten que lo pueden hacer todo y, por eso, se enfrentan a conductas cada vez más peligrosas imitando vídeos de redes sociales”.

Caterina de Francisco, delegada de Participación Ciudadana en la comisaria de la Policía Nacional de Dénia.
Caterina añade que cuando los niños imitan estos retos, no solo sienten curiosidad, sino que en ocasiones también actúan por presión de grupo o necesidad de aceptación.
Sobre la prevención, la experta insiste en la importancia de la educación desde edades tempranas: “La clave está en la buena educación de las familias incluso desde que nacen los menores. Es muy importante tener una buena educación digital para prevenir este tipo de comportamientos”.
Detectar que un hijo participa en retos peligrosos no siempre es fácil, pero la comunicación es fundamental. Caterina recomienda dialogar con ellos y preguntarles por sus gustos en redes, sin juzgarlos, para poder enseñarles lo que está bien y lo que no, fomentando que ellos mismos compartan aquello que les llame la atención.
Este suceso en Dénia vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de combinar educación digital, comunicación familiar y vigilancia responsable para proteger a los más jóvenes de los peligros de los retos virales.



