Desde esta semana, el Ayuntamiento de Navacerrada ha vuelto a restringir el acceso por carretera a la localidad, dejando abiertas solo dos de las nueve entradas con las que cuenta el término municipal, las correspondientes a las carreteras M-601 y M-607.

No es la primera vez que se toma una decisión de estas características. Durante el Estado de Alarma, se optó por adoptar esta medida en previsión de la llegada de visitantes al levantarse las limitaciones de movilidad con las fases de desescalada.

Ahora, ha explicado la alcaldesa, se debe a la situación de alerta sanitaria. Navacerrada se encuentra ahora mismo en una tasa de incidencia acumulada de contagios de COVID-19 en los últimos 14 días de 336 casos por 100.000 habitantes.

No se trata de impedir el acceso a la localidad sino de controlar la circulación y recordar a los visitantes que deben adoptar las medidas higiénico-sanitarias oportunas. "La Policía Local está continuamente regulando esas entradas, se harán controles de acceso, informativos, sin ningún tipo de restricción al movimiento. Lo único que hacemos hincapié en que las personas que nos visiten, que son muchas en estos días, que sigan cumpliendo las normas que le marcamos en las dos entradas abiertas", explica Ana Paula Espinosa.

Además, desde este fin de semana se ha cerrado también el acceso con vehículos al Valle de la Barranca para evitar aglomeraciones. "Se puede acceder a pie perfectamente. Es también una medida de control porque los vehículos colapsaban, cuando los aparcamientos estaban completos, la carretera de subida a La Barranca, una situación de riesgo, sobre todo, para los servicios de emergencia si tuvieran que acudir para atender cualquier incidencia", dice Espinosa.

Para tratar de doblegar la curva de contagios, además de estas medidas, se han adoptado otras como anular el habitual Rastro (mercadillo de antigüedades) que se celebra en la localidad los domingos y que atrae a multitud de visitantes.