Mataelpino honra a Santa Águeda, virgen mártir fiel a Cristo que da voz a las mujeres
El 5 de febrero mandan las mujeres y una de las águedas será la que tenga el bastón de mando del Ayuntamiento

Santa Águeda pintada por Francisco de Zurbarán en 1630, cuadro ubicado en el Museo Fabre
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Nacida en Catania, procedía de una familia muy distinguida. Dios la había adornado con grandes dones y una hermosura singular.
Sin embargo, Santa Águeda vivía el consejo evangélico de atesorar tesoros en el Cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coma. Ella renunció a todo lo mundano y decidió entregarse a Jesucristo. Catania, la segunda ciudad más grande de Sicilia, no era el mejor sitio para eso en el siglo III, en plena persecución de Decio a los cristianos allá por el año 250.
El senador Quintianus reparó en la belleza de aquella adolescente. Llevada a su presencia, el Prefecto quiso poseerla, pero ella adujo su condición de esposa de Cristo, el Único al que se debía. Fue entonces cuando fue puesta en las manos de una malvada mujer, con intención de disuadirla del camino que había tomado, pero la joven permaneció firme en su virginidad, por lo que sufrió multitud de suplicios, hasta la amputación de los pechos.
La noche siguiente a aquel episodio tuvo una visión en la que el Apóstol San Pedro le curaba las heridas y la confortaba en la lucha por la Fe.
«Cruel tirano, ¿no te da vergüenza torturar a una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?», le dijo a aquel tirano.
Finalmente, Águeda de Catania fue arrojada a unos carbones encendidos, siendo merecedora de la doble corona: la de la virginidad y la del martirio. El suplicio de la Santa está representado en una pintura que tiene la Iglesia dedicada a ella en Roma. Su nombre forma parte del martirologio y se encuentra incluido en el Canon Romano.
Dos años después de su fallecimiento, en el 252, el volcán Etna entró en erupción. Los habitantes de Catania, temerosos de desaparecer del mapa como Pompeya, rezaron a su antigua vecina. Ella los escuchó y detuvo la lava a las puertas de la ciudad.
Ahora, muchas localidades honran cada 5 de febrero con gran devoción a esta Santa, como Mataelpino. En este día mandan las mujeres y una de las águedas será la que tenga el bastón de mando.
Santa Águeda es la protectora de las mujeres y a la que hay que acudir ante un cáncer de mama, partos difíciles o problemas con la lactancia. También es la patrona de las enfermeras.
Santa Águeda, patrona de Mataelpino
“Es una fiesta muy especial, un evento diferente, que se mantiene desde hace décadas y que se ha adaptado a las circunstancias socio-sanitarias que vivimos. En esta fiesta, las mujeres del municipio toman el mando, de una forma literal. Se reúnen en asamblea y entre ellas eligen quiénes van a ser la alcaldesa, la primera y la segunda dama; y son las que, durante el día de la celebración, presiden todos los actos oficiales, tanto la misa, como la procesión, y demás eventos de la fiesta, asumiendo todo el protagonismo y responsabilidad de gobernar, ese día, Mataelpino”, explica Javier de los Nietos, alcalde de El Boalo, Cerceda y Mataelpino.
El 5 de febrero, a las 11:30h, se celebrará la ceremonia de entrega del bastón de mando de Alcaldía a las Águedas elegidas entre las mujeres del municipio, en el salón del Edificio Administrativo. Le seguirá la Misa y procesión en honor a la Santa a las 12:00h. A la 13:30h habrá un pasacalles amenizado por la charanga Los Dikis en la Plaza de España. El programa se cierra el sábado 6 de febrero, a las 12:30h, con la tradicional exhibición de “corta de troncos” en la Plaza de España.
