La Comunidad de Madrid ha conseguido la recuperación y estabilización de la población de buitre leonado, una especie protegida. Solo en La Pedriza, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, han nacido 100 nuevos ejemplares en el último año, gracias, entre otras cosas, a la labor de los Agentes Forestales.

Estos profesionales vigilan el hábitat de estas y otras especies rapaces que viven en zonas rocosas en altura.

El consejero de Justicia e Interior en funciones, Enrique López, ha visitado La Pedriza en compañía del director de la Agencia de Seguridad y Emergencias ASEM 112, Carlos Novillo, para conocer de cerca los trabajos de seguimientos y protección de la fauna que el Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid lleva a cabo en este entorno natural.

Entre las labores que realizan, destaca la elaboración de un censo anual de aves protegidas y la señalización de sendas y zonas de escalada. Precisamente restringiendo esta última actividad en primavera, época de reproducción y cría, ha logrado que salieran adelante ese centenar de pollos de buitre leonado.

"Tratamos de preservar esta colonia y la escalada puede ser contraproducente para la salvaguarda de los nidos. Por eso es fundamental la labor de los agentes forestales. La labor de información y señalización de vías y zonas en las que está permitida la práctica de actividades deportivas y de ocio es básica para proteger la fauna y concienciar a los ciudadanos sobre la importancia del uso responsable del medio natural", ha resaltado Enrique López, quien ha destacado la "profesionalidad, formación y compromiso" de estos profesionales.

Para llevar a cabo su tarea, cuentan con material óptico adecuado, como prismáticos y telescopios terrestres, que facilitan una pronta detección de cualquier perturbación al inicio de la época de reproducción.

Solo en La Pedriza, desde 1982, se ha pasado de 25 parejas de buitre leonado a alrededor de 160, lo que supone quintuplicar el número de ejemplares reproductores.