Un hombre ciego pide un taxi en Madrid y lo que le dice el taxista al subirse hace que ponga una denuncia a la Policía: por culpa del dueño
Jonatan, periodista e influencer ciego, cuenta lo que vivió a subirse en un taxi de Madrid una noche en la que volvía de cenar con su mujer
Jonatan Armengol ha compartido esta historia que le ocurrió en Madrid
Madrid - Publicado el
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En España, las personas ciegas siguen encontrando obstáculos diarios que para la mayoría pasan desapercibidos: desde cruzar calles mal adaptadas hasta acceder a servicios que, por ley, deberían estar garantizados. Uno de los más graves, y que se repite más de lo que se piensa, es la negativa de algunos conductores de taxi a transportar a clientes con perro guía, a pesar de que la legislación lo permite y lo obliga.
El último en denunciarlo públicamente es Jonatan Armengol, influencer y periodista ciego, que ha compartido en redes sociales un episodio que vivió en Madrid y que ha despertado un intenso debate.
Una persona se sube a un taxi de Barcelona
EL EPISODIO QUE JONATAN HA VIVIDO AL SUBIRSE A UN TAXI
Jonatan salía de una cena con su mujer. Era de noche, y como cualquier otra persona, se acercó a una parada oficial de taxis para volver a casa junto a su perro guía, Calo. Allí, se topó con una situación que describe como indignante: el taxista que estaba primero en la fila se negó a llevarles.
Según relata, explicó al conductor varias veces que Calo era un perro guía, no una mascota, y que la ley obliga a todos los taxis a transportar a las personas ciegas junto con su animal de asistencia. Sin embargo, el taxista insistía en que no podía hacerlo “porque el dueño del coche no se lo permitía”.
Armengol, acostumbrado por desgracia a este tipo de episodios, decidió actuar. Le ayudaron para identificar la matrícula y la licencia del vehículo, que dijo en voz alta, y advirtió que, de no aceptar el servicio, llamaría a la policía para denunciarlo.
Finalmente, el conductor accedió, pero no sin seguir justificándose durante el trayecto. “Que tenga que amenazarte con llamar a la policía tiene narices”, le reprochó Jonatan, recordándole que un taxi es un servicio público y que negar el transporte a un perro guía es ilegal.
Tiene narices que tenga que amenazarte con llamar a la Policía por algo que es totalmente legal"
LO QUE DICE LA LEGISLACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA AL RESPECTO
En España, la legislación sobre accesibilidad establece que los perros guía pueden acompañar a su usuario en cualquier espacio público y transporte, incluido el taxi. Negar el servicio puede derivar en sanciones.
Pese a ello, algunos conductores alegan desconocimiento o normas internas de la empresa, algo que jurídicamente no tiene validez. El propio Armengol lamenta que “me llame la atención que si estás conduciendo un taxi no sepas esto” y asegura que en muchas ocasiones no reciben la formación adecuada.
El vídeo que Jonatan publicó en su cuenta de Instagram y otras plataformas acumula miles de visualizaciones y reacciones. La mayoría son mensajes de apoyo y de indignación ante lo ocurrido, pero también hay comentarios que cuestionan su tono.
Algunos usuarios opinan que debería haber tratado al taxista con más paciencia desde el principio, aunque otros defienden que, ante una vulneración de derechos, la firmeza es necesaria para que la situación no se repita.
Armengol recuerda que este no es un caso aislado. “Nos pasa constantemente, aunque la ley nos ampare”, denuncia. Cada vez que ocurre, no solo implica una incomodidad, sino también una forma de discriminación que afecta a la autonomía y la libertad de movimiento de las personas ciegas.
Es un derecho que las personas ciegas puedan ir con un perro guía en un taxi
Además, pone de relieve un problema de fondo: la falta de sensibilización y formación en ciertos sectores sobre cómo atender a usuarios con discapacidad.
Tras el episodio, Jonatan confirma que ha presentado una denuncia formal. Considera que es la única forma de dejar constancia y de presionar para que se cumpla la ley. “Que yo tenga que enseñarle a un taxista lo que es su trabajo es vergonzoso”, lamenta.
También anima a otras personas ciegas a no quedarse calladas y a denunciar siempre este tipo de negativas, para que no se normalicen.
Más allá de este caso concreto, la historia de Jonatan sirve como recordatorio: los perros guía no son un capricho, son herramientas esenciales de autonomía para quienes no pueden ver. Negarles el acceso es negar el derecho de la persona que los necesita. En un país que presume de ser inclusivo, todavía hay camino por recorrer para que la accesibilidad sea una realidad en todos los ámbitos.