Deja dos vehículos en su plaza del garaje y sus vecinos se toman la justicia por su cuenta: "No ocupa espacio"

Un usuario de Twitter relata la surrealista situación que vive en su comunidad de vecinos por el mero hecho de aparcar una bicicleta en su plaza de aparcamiento

X: AlejandroCence2

Alejandro Cencerrado, en el vídeo

José Manuel Nieto

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Los conflictos vecinales están a la orden del día, y los garajes suelen ser un foco habitual de disputas. El último caso que se ha hecho viral es el de Alejandro, un usuario de Twitter que ha compartido en un vídeo la "putada" que le han hecho sus vecinos. "Este hombre paga 90 euros al mes por una plaza de garaje que usa exclusivamente para aparcar su bicicleta, pero uno de los residentes en el inmueble ha decidido tomar cartas en el asunto y denunciarle. La situación ha llegado a tal punto que el dueño de la plaza le ha pedido que la deje, un problema que se suma a otros casos surrealistas como el del okupa de una plaza de garaje en Madrid.

Alejandro, visiblemente molesto, explica en el vídeo sus razones, asegurando que su bicicleta no solo no molesta, sino que beneficia al resto de vecinos. "Que tenga la bici aquí nos viene de p*** madre a todos porque por esta puerta salen los vecinos al resto del garaje y además eh no ocupo ese espacio", afirma. Según su testimonio, al no aparcar un coche, deja más hueco para que otros vehículos maniobren con mayor comodidad. Además, subraya las ventajas de su elección: "no mancha, no suelta manchas de aceite, no contamina, no hace ruido, no ocupa espacio...".

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Interior de un garaje de España

La normativa es la normativa

Pese a los argumentos de Alejandro, parece que la comunidad de propietarios tiene unas normas estrictas. El motivo de la denuncia es que "no se pueden dejar objetos en la plaza", una regla que el vecino denunciante ha querido aplicar al pie de la letra. Esta situación pone de manifiesto la importancia de conocer la legislación vigente, ya que la ley en España es clara sobre lo que se puede y no se puede hacer en una plaza de garaje. A veces, la interpretación de la norma puede llevar a situaciones tan rocambolescas como esta, donde incluso se ve afectado el carrito de su hija que usa para llevarla a la guardería.

Este tipo de desencuentros son más habituales de lo que parece y pueden derivar en problemas mayores. No es la primera vez que un conflicto en un garaje escala, como el caso del hombre que se encontró el coche rayado o el vecino que se llevó un buen susto al bajar a por su vehículoLa historia de Alejandro es un recordatorio de cómo la convivencia en una comunidad puede verse afectada por detalles aparentemente insignificantes, pero que para algunos vecinos son motivo de denuncia.