Cebada Resiliente: El Secreto de la Cerveza Catalana Frente a la Emergencia Climática
Damm y La Moràvia lideran 'ResOrMa', un proyecto innovador para blindar la cebada cervecera catalana contra el calentamiento global y las lluvias extremas. El futuro de la cerveza, en juego.

Gustavo A. Slafer, investigador ICREA Agrotécnio-UdL y coordinador del proyecto ResOrMa, y Roxana Savin investigadora de Agrotécnio-UdL, principal investigadora del proyecto, en una finca de cebada experimental en Bell-lloc d'Urgell, Lleida.
Lleida - Publicado el
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Cataluña, y con ella su creciente industria cervecera, se enfrenta a un desafío sin precedentes: el cambio climático. Las alteraciones en los patrones meteorológicos amenazan directamente uno de sus pilares fundamentales: la cebada. Pero la innovación y la investigación ya están en marcha. El proyecto 'ResOrMa', una ambiciosa iniciativa impulsada por gigantes como el grupo cervecero Damm y la maltería La Moràvia, junto con socios clave como Semillas Batlle, Cupasa y Agrotecnio, busca transformar esta amenaza en una oportunidad. El objetivo es claro: hacer la cebada catalana más resiliente y garantizar la calidad de la cerveza de proximidad en un futuro incierto.
La iniciativa pone el foco en dos enemigos declarados de la calidad de la cebada: los golpes de calor y el rebrote precosecha causado por las lluvias intensas. Ambos fenómenos, cada vez más frecuentes y extremos, impactan directamente la capacidad de germinación del grano, un factor crítico para la producción cervecera. Como explica Neus Prieto, responsable de producción y medio ambiente de La Moràvia (Grupo Damm), "los golpes de calor cada vez son más recurrentes y más largos, y las lluvias son más frecuentes en época de precosecha. Esto hace variar la calidad de la planta y su capacidad de germinar grano. Entonces, el proceso productivo que se basa en germinar la cebada no lo podemos hacer con la calidad que desearíamos para hacer cerveza". Un problema que, de no abordarse, podría generar pérdidas económicas significativas para toda la cadena de valor, desde los agricultores hasta el consumidor final.

Sega de cereal en una finca experimental de cebada para resistir los golpes de calor del cambio climático en Bell-lloc d'Urgell, Lleida.
Innovación en el Campo y en el Laboratorio: La Ciencia al Servicio de la Cerveza
Para mitigar estos efectos devastadores, el proyecto 'ResOrMa' está llevando a cabo una investigación exhaustiva que combina el trabajo de campo con experimentos de laboratorio de alta precisión. Los esfuerzos se centran en las etapas reproductivas de la cebada, cuando los golpes de calor son más críticos, y en las lluvias que llegan a finales de primavera y principios de verano, justo antes de la cosecha.
Los equipos de investigación han diseñado estrategias ingeniosas para simular las condiciones extremas del cambio climático. En los laboratorios, se han realizado lluvias artificiales controladas para estudiar el impacto directo del exceso de humedad en el grano. Para simular los golpes de calor, los investigadores de ICREA Agrotecnio-UdL, como Gustavo A. Slafer, han optado por una metodología innovadora en el campo. "Montamos unas estructuras de madera por encima de las espigas y las cubrimos para generar un efecto invernadero. Cuando se llena el grano generamos golpes de calor y analizamos cómo responde la planta", detalla Slafer.
Estos experimentos se han desplegado en parcelas estratégicamente seleccionadas en las comarcas leridanas: en Bell-lloc d'Urgell (Pla d'Urgell) y en Gimenells (Segrià). La selección de ubicaciones con ambientes y tipos de suelo diversos permite obtener datos más robustos y representativos sobre la respuesta de la cebada a diferentes condiciones climáticas y edáficas. Esta aproximación integral es fundamental para comprender la complejidad de la adaptación de la cebada y desarrollar soluciones efectivas.

Cebada experimental para resistir los golpes de calor del cambio climático en una finca de Bell-lloc d'Urgell, Lleida.
Más Allá de la Resistencia: Nuevas Variedades y Estrategias de Cultivo
El proyecto 'ResOrMa' no solo busca catalogar la resiliencia de las variedades de cebada ya existentes en el mercado, sino que va un paso más allá. La iniciativa pretende planificar nuevas estrategias de cultivo que puedan optimizar la producción y la calidad del grano. "Quizás tenemos que empezar a hacer las cosas diferentes, ya nos vamos adaptando campaña tras campaña, pero hay que identificar qué podemos hacer para aumentar la calidad de la cebada", subraya Neus Prieto. Esta visión proactiva implica redefinir los métodos de siembra, riego y gestión del suelo para maximizar la fortaleza de la planta frente a las inclemencias meteorológicas.
Uno de los pilares fundamentales del proyecto, y una de sus conclusiones más esperadas, es la identificación de nuevas variedades de cebada genéticamente más resistentes. El objetivo final es homologar estas variedades como aptas para la producción cervecera, abriendo así un nuevo horizonte para la industria. Esta investigación genética, que cuenta con el apoyo y la colaboración del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya, es clave para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del cultivo de cebada en el territorio catalán.

Cebada en proceso de elaboración de la malta para hacer cerveza en la maltería la Moràvia de Bell-lloc d'Urgell, Lleida.
El proyecto 'ResOrMa', con un horizonte temporal que se extiende hasta mayo de 2026, representa un paso gigante en la protección de la cadena de valor de la cerveza en Cataluña. Es una muestra clara de cómo la investigación, la colaboración entre sectores y la innovación son herramientas imprescindibles para afrontar los retos del cambio climático y garantizar que nuestra cerveza siga siendo un producto de calidad, cultivado con la mejor cebada, a pesar de las adversidades. El futuro de nuestra pinta preferida se gesta en los campos de Lleida.