Así es ‘la capital catalana de la castaña’: un rincón del Montseny que huele a otoño
El municipio se consolida como epicentro de la castaña en Catalunya gracias a su feria, tradición y entorno natural

Así es ‘la capital catalana de la castaña’: un rincón del Montseny que huele a otoño
Barcelona - Publicado el
2 min lectura
Cada vez que llega la temporada de la castaña, un pequeño municipio del Montseny se convierte en el epicentro de esta tradición catalana. Gracias a una feria anual que reúne artesanía, naturaleza y producto local, el lugar se ha ganado el título extraoficial de capital catalana de la castaña.
Se trata de un entorno de montaña donde el castañar domina el paisaje y donde la producción del fruto va más allá del simple cultivo: es parte de la identidad del territorio. Esta localidad ya no solo vive la castaña, la celebra con una feria que atrae miles de visitantes y crea una atmósfera de otoño auténtico.
Una feria que lo dice todo
En la última edición de la feria, se registraron más de 20 000 visitantes. La ruta de la feria se extendía por el centro del pueblo, con 87 paradas entre productos locales y artesanía, incluidos puestos dedicados a recetas con castaña, hojas de temporada y hasta talla de leña. En el corazón de la fiesta, también se ponía en valor la variedad autóctona de castaña de la zona, reconocida por su calidad, tamaño y sabor.
El entorno natural como escenario
El paraje contribuye de forma decisiva: los bosques de castañers, la altitud moderada y el clima propio del Montseny resultan ideales para el cultivo. Este año, los productores estiman duplicar la producción respecto al año anterior: una buena combinación de buenas condiciones meteorológicas y gestión del terreno permite una campaña más prometedora. Tradición, producto y turismo
Más allá del fruto, la fiesta ofrece talleres populares, cuentacuentos, música tradicional y actividades para toda la familia. El castañar ya no es solo una plantación, sino un escenario: se organizan desde rutas interpretativas hasta demostraciones de cómo se trabaja la madera o se tuesta la castaña. Esta experiencia convierte al municipio en destino de escapada de otoño para quienes quieren respirar montaña, tradición y sabor.
Por qué se ha ganado este reconocimiento
Un sabor que va más allá del fruto
La castaña que se cultiva aquí se encuentra en fincas con gestión sostenible y Aragón autoriza su comercialización bajo etiquetado local. Frente a otras procedencias más industriales, esta variedad local apuesta por el valor añadido: selección, cuidados específicos y transmisión generacional.
Este otoño, si buscas una escapada auténtica y con sabor a tradición, esta capital de la castaña ofrece más que frutos: ofrece una experiencia que mezcla bosques, montaña, mercado y festividad.



